"Un hombre avanzó dando tumbos a través de nuestras líneas. Uno de nuestros oficiales lo detuvo apuntándole con su revólver. ¿Qué pasa con vosotros, malditos cobardes?', le gritó. El zuavo estaba echando espumarajos por la boca, los ojos se le salían de sus órbitas y cayó retorciéndose de dolor a los pies del oficial". Anthony Hossack, soldado del batallón de fusileros de la reina Victoria, fue testigo del comienzo de la Segunda Batalla de Ypres (Bélgica), el 22 de abril de 1915. Su relato, publicado por primera vez en 1930, es espeluznante.
Fuente: público.es
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