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Lousiana Tiger |
Los Zuavos, una unidad militar de élite que se originó en Francia en la década de 1830, se convirtieron en una fuerza temible en la Guerra Civil Estadounidense, luchando en ambos bandos. Una de las batallas más importantes en las que participaron los Zuavos fue la Batalla de Gettysburg, que tuvo lugar en Pensilvania en 1863 y se considera un punto de inflexión en la guerra.
Los Zuavos se distinguieron por su uniforme distintivo, que incluía pantalones bombachos, chaquetas ajustadas y un fez rojo. Esta vestimenta no solo les proporcionaba una apariencia distintiva, sino que también los hacía más ágiles en el campo de batalla. Además, estaban armados con bayonetas largas, lo que les permitía luchar cuerpo a cuerpo con el enemigo.
En la Batalla de Gettysburg, los Zuavos lucharon en ambos bandos. En el bando de la Unión, los Zuavos de Nueva York y Pensilvania lucharon en la Primera División del III Cuerpo del Ejército del Potomac. Los Zuavos de Nueva York, conocidos como los Tigres, participaron en una carga de bayoneta en el segundo día de la batalla, ganando elogios por su valor y determinación. En el tercer día de la batalla, los Zuavos de Pensilvania lucharon en la llamada "Carga del Ángulo", que fue uno de los momentos más dramáticos de la batalla.
Por otro lado, en el bando confederado, los Zuavos de Luisiana y Alabama lucharon en la Primera Brigada de la Tercera División del Cuerpo de Hill. Estos Zuavos estaban bajo el mando del General Harry T. Hays y se distinguieron por su valor y determinación en la batalla. De hecho, Hays lideró a sus hombres en una carga en la que capturaron varias baterías de artillería de la Unión.
La participación de los Zuavos en la Batalla de Gettysburg es solo una muestra de su valentía y habilidad en el campo de batalla durante la Guerra Civil Americana. Además de su habilidad para luchar cuerpo a cuerpo, los Zuavos también se destacaron por su disciplina y entrenamiento riguroso. En última instancia, los Zuavos jugaron un papel importante en la guerra y su legado continúa hasta nuestros días.
Foto: Fuente Dan Dance
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