El Museo Carlista de Madrid pretende ser un lugar de referencia para el Carlismo madrileño. No sólo como Museo , sino también como centro promotor de iniciativas destinadas a estudiar, conmemorar y difundir la historia y significado del Tradicionalismo político español.
El Museo Carlista de Madrid está emplazado en el centro de la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, al pie de la sierra de Guadarrama.
San Lorenzo de El Escorial fue uno de los Reales Sitios en los que la familia real residía alternativamente en las distintas estaciones del año. Carlos IV hizo sin embargo de El Escorial su lugar preferido junto con Aranjuez, en detrimento de El Pardo y la Granja. En San Lorenzo pasó, por tanto, buena parte de su infancia y adolescencia su hijo el Infante Carlos María Isidro, futuro Carlos V y primer rey de la dinastía carlista. De ello son testigo los retratos del Infante, de su esposa María Francisca y de su primogénito Don Carlos Luis, Conde de Montemolín, pintados por Francisco Lacoma y que se encuentran en la llamada Casita del Príncipe, situada al este del Monasterio.
La vinculación del Infante Don Carlos con El Escorial se acentuaría al adquirir en 1803, junto a su hermano el Infante Don Francisco de Paula, la actualmente conocida como "Casa de las familias de los Infantes Carlos María Isidro y Francisco de Paula", también conocida como "Casa de Pelaez", y que actualmente es la residencia Euroforum, sede de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid. Precisamente esta circunstancia es la que hace que la calle que va a parar al lugar, en la que se ubica el nuevo Museo Carlista de Madrid, se conozca como Calle Infantes, es decir implícitamente, calle de los infantes Carlos María Isidro y Francisco de Paula.
En San Lorenzo de El Escorial nacería el 19 de Octubre de 1824 el tercer y último hijo del infante Carlos María Isidro y su primera esposa, la infanta portuguesa María Francisca de Braganza, bautizado con el nombre de Fernando.
No es esta la única vinculación de San Lorenzo de El Escorial con el Carlismo, ni siquiera de su Monasterio, donde ya al comienzo de la Primera Guerra las crónicas señalan las simpatías por la Causa de Don Carlos de buena parte de su comunidad de frailes jerónimos, exclaustrados en 1837 por las medidas desamortizadoras, y también el merodeo por la zona de partidas carlistas vinculadas al ejército con el que el Cura Merino recorría Castilla tras proclamar a Carlos V en Burgo de Osma.
En tiempos más recientes, San Lorenzo de El Escorial volvió a vincular su nombre al Carlismo, al acoger del 1 al 4 de Mayo de 1986 el histórico Congreso de la Unidad, por el que las tres entidades carlistas más importantes -la Unión Carlista, la Comunión Tradicionalista y la Comunión Católico Monárquica- se fusionaron para dar nacimiento a la Comunión Tradicionalista Carlista como heredera y continuadora de la historia y pensamiento político del Carlismo.
Finalmente, del 20 al 24 de Julio de 1992, El Escorial acogió -precisamente en el Euroforum- el Curso de Verano sobre las Guerras Carlistas, dirigido por el profesor Alfonso Bullón de Mendoza, y que congregó a los mejores especialistas sobre nuestras guerras civiles del pasado siglo.
San Lorenzo de El Escorial es, por todos estos motivos, un lugar vinculado en varios sentidos a la historia del Carlismo. Estos lazos se acrecientan ahora al convertirse en sede del Museo Carlista de Madrid.
La singularidad del Museo Carlista de Madrid radica en su carácter de museo-residencia, lo que junto a los objetos expuestos permite saborear el peculiar ambiente de una vivienda de hace un siglo.
El Museo consta de dos partes: una primera situada en la planta sótano del edificio y una segunda localizada en la planta alta.
La entrada al edificio se realiza a través de un sobrio portón de estilo castellano, que da paso a una estancia adornada con una primera serie de cuadros y objetos que sirven de introducción a la colección del Museo.
Las cuatro salas de que consta la exposición de la planta sótano están dedicadas respectivamente a los Antecedentes y la Guerra de los Siete Años (Sala 1), la Tercera Guerra (Sala 2), la Guerra Civil de 1936-39 (Sala 3) y la Sala llamada "La espada y la pluma", donde junto a recuerdos de la Campaña Montemolinista y periodo de entreguerras, se expone una colección de periódicos carlistas de los siglos XIX y XX, así como algunos uniformes y pertrechos militares.
La planta alta alberga las salas dedicadas a la Dinastía (Sala de Carlos V y Carlos VI; Sala de Carlos VII, con el camerino de la Reina Margarita; y Sala de los últimos reyes, D. Javier y D. Alfonso Carlos), así como la Sala dedicada al ejército liberal, la Sala de Música, el despacho de la biblioteca y la cantina.
El Museo Carlista de Madrid alberga la colección de recuerdos históricos reunidos por J. Urcelay a lo largo de tres décadas, así como una Biblioteca asociada de cerca de 2.000 volúmenes sobre el Carlismo que se incorporará próximamente al Museo. Los objetos expuestos permiten recorrer la historia carlista a lo largo de los siglos XIX y XX, tanto en sus aspectos militares como políticos.
Con motivo de la preparación de su biografía del general Cabrera, en 1999 Javier Urcelay inició la visita a lo que habían sido escenarios vitales del Conde de Morella, tanto en el Maestrazgo como en los lugares de sus exilios en Francia e Inglaterra. De ello quedó constancia en su libro dedicado al Maestrazgo Carlista, así como en algunas crónicas de viaje publicadas en el Boletín Carlista de Madrid. Simultáneamente y casi sin pretenderlo, empezó entonces a reunir no sólo cuantos libros y documentos podían servirle a su labor, sino también algunos primeros grabados, cuadros y otros recuerdos relacionados con la figura del llamado Tigre del Maestrazgo y ,por extensión, con el Carlismo en general.
Este impulso inicial se fue convirtiendo con los años en un decidido afán de coleccionismo, incrementado a medida que se constataba cómo iban desapareciendo todos aquellos recuerdos de las guerras carlistas por efecto destructivo del paso del tiempo.
Tras casi tres décadas rebuscando en anticuarios, almonedas, mercadillos y casas de subastas, la Colección J. Urcelay ha ido creciendo hasta convertirse en una de las principales de las que tenemos conocimiento, juntamente con las colecciones públicas del Museo Carlista de Estella, la del Museo Zumalacárregui de Ormaiztegui y las privadas del Museo de Tabar de la Fundación Jaureguitzar o la de los herederos del Dr.D. Ramón Hernández.
La Colección J. Urcelay se compone de:
-Retratos y cuadros al óleo de personajes o temática carlista.
-Grabados, carteles, fotografías y otros recuerdos en papel o impresos, incluidos cerca de cien cabeceras de periódicos y revistas carlistas.
-Objetos de militaria de diversa naturaleza, tales como condecoraciones, catalejos, banderas y uniformes, y otros recuerdos de las guerras o de la historia militar del carlismo.
En conjunto, se trata de una colección de algunos centenares de piezas, que se reúnen y exponen ahora para el disfrute de cuantas personas se interesan por una de las corrientes más genuinas del discurrir histórico español durante los últimos casi doscientos años.
Entre las piezas que componen la colección, hay interesantes pinturas al óleo como el retrato de Carlos VII realizado por el barón de Sangarrén para el Círculo Carlista de Vitoria; dos retratos inéditos del Conde de Molina (Carlos V) en su exilio en Trieste y de D. Juan de Borbón y Braganza (padre de Carlos VII); el retrato del mariscal Vivanco atribuido a Vicente López o quizás a su hijo Luis; o el famoso cuadro de Cabrera ante Morella pintado por el genial Ferrer-Dalmau. También destaca una serie de bocetos y dibujos originales realizados a plumilla por Josep Cusachs.
Numerosos grabados originales se exponen en las Salas dedicadas a la Primera y Tercera Guerra carlista, destacando los de Fernando VII, Isabel II y la reina regente María Cristina, así como el del barón de Eroles y otros realizados por corresponsales artísticos de guerra para algunos de los principales periódicos europeos.
El Museo reune también algunas banderas de distintas época, como la de las Margaritas de Aragón de tiempos de la II República, la de la 1ª Compañía del Tercio de Santa Gadea, o las del Tercio navarro de Santiago o el valenciano de Nuestra Señora de los Desamparados.
Junto a ello, destaca la completa colección de medallas y sellos carlistas, así como diversos recuerdos de las distintas guerras, incluidos un uniforme de la caballería alavesa y una boina de un oficial carlista participante en la batalla de Alpens.
Entre los numerosos documentos expuestos, merecen especial atención losautógrafos de prohombres de ambos bandos, liberal y carlista, como los generales Zumalacárregui, Cabrera, Tristany, Diego de León etc, miembros de la dinastía como Carlos V y la princesa de Beira, Carlos VII o Don Alfonso Carlos, o personalidades como D. Manuel Fal Conde, José María de Pereda, Barrio y Mier o Víctor Pradera. Junto a esas cartas o partes de guerra, destaca también una interesante colección de bandos, ascensos, pasaportes, esquelas y otros testimonios escritos de las distintas guerras, así como una importante colección de casi un centenar de cabeceras de periódicos carlistas, fundamentalmente del siglo XIX.
La Biblioteca adscrita al Museo Carlista de Madrid consta de cerca de dos mil volúmenes sobre el Carlismo, de los cuales casi la mitad son publicaciones del siglo XIX, difíciles de encontrar en la mayor parte de las bibliotecas existentes.
La Biblioteca se nutre de la Colección J. Urcelay, así como de cuantas donaciones o cesiones en depósito realicen sus colaboradores.
El fondo documental consta de más de doscientos documentos originales, la mayor parte de ellos del siglo XIX, algunos expuestos en las vitrinas del Museo y otros conservados en los fondos propios.
Es objetivo del Museo igualmente la conservación de archivos personales o familiares, tanto para su custodia y estudio como para su futura eventual clasificación y digitalización.
Visitas al Museo mediante cita previa.
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