Reseña histórica de la filada de Zuavos de Bocairente año 1907



Año 1907

Capitán Bautista Navarro.


El capitán (Polsera) puede decirse que fue uno de los muchos que tiraron el burro por la ventana. En cuanto al refresco fue magnífico, espléndido y grande en cuanto cabe, allí nada escaso, pues en cuanto su esposa que es una mujer hacendosa y nada mezquina supo mostrarse con la filada con aquella largueza que le es propia y muy poco común en las de su sexo. Es lo que puede decirse de esta capitana.


Por causa de haber prohibido las autoridades locales el juego de quintinas1, tuvimos que dejarlas y esto ya nos privó de lucrar algunos ahorros para beneficio de la corporación que entonces estaba ya a buena altura, no obstante de esto en nada nos interrumpió la buena marcha y organización que teniamos.


A consecuencia de una diferencia que hubo con Vicente Cantó, dueño del cuartelillo que

teníamos alquilado tuvimos que evacuarlo y trasladar nuestro mueblario a casa la tía Pedaça sita en la misma calle antes mencionada, o sea del Repunchó, en cuyo local instalamos lo que pertenecía a nuestra propiedad presidiendo nuestras juntas el diseño denominado (Molla), cuyo cuadro fue regalo del individuo D. Joaquín Doménech que en un arranque de su genio que le caracteriza tuvo un rasgo de generoso desprendimiento, excepto el marco que le costó a la filada 11 reales2 y desde este momento quedó como propiedad de la misma y es una de las muchas prendas que tiene esta comparsa adquiridas muy honradamente.


También nos sirvieron en este año los de Adceneta con el mismo precio concertado de los

años anteriores, así que tanto fue el roce que esta música tuvo con la filada que ya últimamente ellos se alojaban y a muchos patronos y patronas él parecía familia, aunque no a todos, porque hubo músico que tanta era la libertad que se había tomado que se adueñaba de aquello que más se le antojaba y comían a dos carrillos con o sin previo permiso de sus patronos.


D. José Belda que por opinión de su partido quiso que un hijo se alistara con nosotros, nos invitó el tercer día de fiesta por la noche a música y filada, lo cual se mostró espléndido, es decir todo un caballero, pues presentó un refresco superiosísimo a toda prueba y obsequió a la música también con las mismas condiciones que lo hizo con la filada, en lo cual le obsequiaron con una serenata a cubierto que son las que más efecto suelen dar en fiestas de San Blas y muy cortésmente nos despidió largándonos una breva por barba.


No debo dejar escrita la contienda de Leandro con Castelló, pero esto sería omitir algo que debe figurar en historia. Después del refresco de la primera noche, o sea del día de la Virgen, fueron desfilando los zuavos cada cual a su respectivo domicilio y prepararse para los fuegos artificiales, quedándose solamente en la mesa del refresco Enrique San Luis, Leandro Cardós, Julián Castelló, Pedro Beneyto, José Mª Calatayud y Francisco Vaño. Entre idas i venidas se fueron engullendo alguna copa de licor con sol y sombra3, y hete que el tal Leandro soltó una palabra muy mal sonante, lo que reprendió el tal Castelló y entre si son fritas si son asadas hubo que tomar parte el capitán que de no ser así hubiera tomado mal cariz aquella cuestión, pero unos y otros se reconciliaron y se restableció la calma perdida reinando la tranquilidad de antes.


Por estos tiempos ofrecía la fiesta más diversiones nocturnas que en los actuales tiempos, porque dicho está que no había funciones de teatros y esto hacía que la fiesta durase hasta bien avanzada la noche en la que los festeros se divertían unos más y otros menos y divertían al pueblo pudiendo de este modo reproducir la Coveta de Garró tan famosa en esta comparsa y muchas otras, diversión que traía consigo las fiestas al finalizar el día, cosa que en estos tiempos presentes no se puede disfrutar porque el teatro lo acaba todo antes de tiempo.


Nuestro sargento Ramón Beneyto que tan docto se mostraba no pudo sufrir las muchas dificultades que se le presentaban y pronto lo tiró a rodar y más aún porque se le privó el que hiciera las paellas, cosa que tanto disfrutaba nuestro hombre, así que no pudo por más tiempo continuar en la comparsa y desistió del cargo. De esta manera terminó la fiesta del año 1907 dejando buenos recuerdos en algunos individuos y en particular en Leandro que perdió medio uniforme con lo cual tuvo que renovarlo el año siguiente.


Pasemos pues ahora otro año que también ofrece buena historia digna también de que forme parte en este manuscrito. Depositario Joaquín Castelló, representante Olegario Doménech, a cuentas 14,75 pesetas por plaza.


Autor: Julián Castelló Silvestre (1876-1940)


1  Quintinas: es un juego de azar parecido al bingo.


2  1 real eran 25 céntimos de peseta. 4 reales eran 1 peseta. 11 reales eran un poco más de 4 pesetas


3  Sol y sombra es un cóctel que tiene la mitad de anis dulce (sol) y la otra mitad de coñac o brandy (sombra)




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