Año 1911
Capitán Julián Mora 1
La filada de moros viejos venía desde muchos años a esta parte ejecutando sus artísticos bailes después de salir las filadas de las vísperas delante de la casa Ayuntamiento, lo que hacia en parte interrumpir este entretenimiento algún tanto la fiesta, pero nadie se di cuenta porque andaba todo a la buena de Dios. Pero se dio el caso que al elegir nuestra comparsa por representante a F co. de P. Cabanes se discutió en la Sala Capitular en una de las sesiones que los representantes celebran durante el mes que precede a las fiestas y el asunto en cuestión fue calurosamente combatido por parte de los moros y algunas otras filadas que les siguieron, de lo que se siguió a raíz de esta propuesta la reclamación que por parte de los moros se hizo en contra de nuestra filada, que es como sigue:
El representante de la comparsa de moros viejos en virtud de lo antes expuesto expuso que así como todas las comparsas que tomaban parte en la fiesta de San Blas iban representadas por sus capitanes en el puesto que cada una le corresponde delante del guión en el día de la solemne procesión, quería y deseaban que nuestra filada estuviera también allí representada aunque fuera por dos individuos, o sea la parelleta tan cacareada. En el primer año se luchó de lo lindo pero sin fruto por parte de nuestros contrarios, porque la opinión general de nuestra comparsa fue que si privaban el piquete en este día no dejándolo salir completo en la procesión en el puesto de costumbre, la filada de zuavos no estaba dispuesta a salir a la calle.
Esta fue la contestación unánime de toda la filada y tuvieron que ceder ante la actitud que
vieron tan firme, pero no concluyó el asunto en este año pues todavía volvieron a recalcarlo en los dos años siguientes a este.
Dejemos pues este asunto y volvamos a coger el hilo de nuestros propósitos.
Grandes nubarrones cubrían el espacio en las vísperas de la fiesta y fue poco a poco
tomando proporciones el temporal que a consecuencia de este mal tiempo se alargó la fiesta un día, es decir que el día 3 salió un día hermoso y limpiaron las calles de la población para dar principio a las fiestas.
Orgullosa venía nuestra comparsa por el paseo con su bien formada escuadra marchando
con aquella marcialidad que le es propia, como si fuera una escuadra de esos gastadores del ejército, cuando de repente vimos que hacia nosotros venía sin freno un caballo que lo montaba uno de los nuestros.
Al divisarse de lejos se pudo dar lugar a que no sucediera alguna fatal desgracia, pues se le abrió filas y gracias a la prevención de algunos veteranos que venían atrás que fueron los que se encargaron de recoger a los niños, que si no hubiéramos tenido sin duda que lamentar alguna desgracia.
Pues esto resultó a los que quieren meterse donde no entiende, porque el Sr. Espi que
siempre ha sido encargado de distribuir las peladillas en este acto quiso meterse a lancero y si no hubiera sido por la prevención de Fco. de P. Cabanes que estuvo tan oportuno en parar al animal, hubiéramos tenido algún disgusto.
Como el barrio de San Roque es un barrio tan inhabitado y entonces era nuestro punto de
reunión, pues allí andaba todo a a las mil maravillas, tanto es así que en una noche de juerga muy cerca de las fiestas tuvimos que lamentar la célebre caída del pobre Bolumar, cuando al salir de la masía de San(t] Roc y encaramarse hacia su casa sin poderlo evitar tropezó, cayó y se rompió la costilla por lo que tuvo que estar todas las fiestas arrestado.
Esto son accidentes improvistos y no hay que comentarlos.
En este año fue otra vez el sargento de la comparsa Ramón Beneyto, el cual en viendo que no pudo por manera alguna dominar la gente después de muchos esfuerzos trató de renunciar al mencionado cargo, cosa que no se le concedió hasta que no se finalizaran las fiestas.
Como la gente junta tiene que idear cosas nuevas todos los años, en este le dio al Suat, a
Campana y Reverte junto con otros camaradas por apoderarse de algunas latas de galletas que había en casa el Sr. Antonio Ferrero y lo consiguieron aún con el disgusto de la Sra. de la casa y las latas fueron rodando por la calle del Ravalet como si fueran escombros de alguna hojalatería.
De allí se encaminó la gente a casa el Sr. Julián Mora y allí se tomó la noche sentados en el duro suelo porque a nadie le permitían las piernas el estar derecho, se cantó la serenata de la murga y con la música se fue el personal de la serenata a casa el Sr. Iborra y allí se concluyó la fiesta porque el que pudo salir salió a gata quedándose con la débil luz de una pequeña linterna en el callejón del Sr. Esteban, Cantó, Misén, Olegario y Julián, los que finalizaron el solemne acto de aquella jornada tan solemne.
Hay que advertir que en este año se admiraron todos los festeros de la buena escuadra
que salió a la calle, pues aunque costó algún trabajo y algunas luchas en el corral de Ambròs de Llanera, últimamente pudimos vencer los más y lo confirma el retrato que se hizo en este año que es el que se conserva en esta comparsa precediendo en todas las reuniones.
Tuvo que saltar la fiesta un día porque a consecuencia de un fuerte temporal de agua y nieve no pudo celebrarse la entrada en su día y esto nos tenía algo disgustados, pero el día 3 como ya antes dije, amaneció un día despejado aunque con un frío intenso capaz de helar las campanas de la torre, pero cuando se prepara la máquina con el vapor que buenamente se cree, el frio no penetra en el interior de nuestro cuerpo porque es empujado hacia fuera por una fuerza más potente, como resultó en esta fecha a que me refiero y que a pesar del mal tiempo que en un principio se presentó fue un buen año al final, porque acabaron las fiestas con muy buen orden, cogiendo la banda de alférez Fco. de P. Cabanes y aquella tarde fue una de esas tardes que se disparó mucha pólvora, pues el capitán saliente y el entrante regalaron 1 kilo de pólvora a cada individuo que tuvo a bien acompañarles, de suerte que se disparó en alma y con grande entusiasmo.
Depositario quedó nombrado para el próximo año el mismo que fue el año anterior, por
convenir así a todos.
La música de Adceneta fue ya el año este el último, por carecer de las plazas que nosotros necesitábamos y así es que ya no podían servirnos a nuestro gusto.
También hubo murga callejera, la que tuvo alguna crítica, no obstante de esto salió a la calle y fue cantada a pesar de algunos que no llegaron a tiempo para impedirlo, las cuales coplas son las que a continuación van expresadas.
MURGA DEDICADA A LES FESTES DE 1911
FORA PENES
NUMERO 1
En el añ mil nou-sens onse
en el poble de Bocairent
lo mateis que tots els añs
la festa els pobres farem.
Alguns del poble mos diuen
no sigau entusiasmats
perquè els que poden fer festa
se estan en casa amagats.
Pues nosatros som festers
la prova la donarem
que en ningun poble es fa festa
com la fem en Bocairén.
NÚMERO 2
Así fem la festa els pobres
y después som criticats
perquè els que tenen un duro
ixos tots s'an retirat
pués aixina mos eu diuen
nosatros també o veem
de que solament el pobres
fem la festa en Bocairén.
Les festes de así s'acabeu
se les aurem de deixar
que el pobre que ui treballa
li ve chustet pa menchar.
NÚMERO 3
Les festes d'así s'acaben
no és per culpa dels festers
o coneixen els del poble
y també els forasters.
Les faenes mos debaixen
tot lo demés va puchan
de què fem la festa els pobres
quisà serà el últim añ.
En Benixama y Bañeres
en Alcoy y en Ontenient
en eixos pobles, la festa
la paga l’Achuntament.
NÚMERO 4
Alguns forasters mos diuen
que pareix que siga estran
que para eixir a la festa
fem la ralleta tot l'añ.
Mosatros els contestem
que ningú mos dóna res
y encara alguns moS critiquen
pués costan-mos els dinés.
Pal consumo y els casinos
y també els establimens
para ixos és la festa
qu'és ahon van tots els dinés.
NUMERO 5
La comparsa de zuavos
esta murga han arreglat
para pasar estes festes
perquè balons s'an quedat,
per fer-li la festa'l San
s'an gastat tots els dinés
y aixina cantan la murga
no se'n recorden de res.
A San Blay, patró del poble
un favor li demanem
que mos lliure de les turques
qu'estes festes pillarem.
Autor: Julián Castelló Silvestre (1876-1940)
1 Julián Mora Castelló
195.680
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