Festa de la Colla dels Federins per investir el Trabucaire d’Honor


El pròxim dissabte 21 de juliol, els Trabucaires de Terrassa i de la Creu Gran duran a terme la seva tradicional festa de recreació històrica dels Fets del 22 de juliol de 1872, així com la vuitena investidura de la figura de Trabucaire d’Honor.
Aquest és el programa de la jornada:
18.30 h. Trobada de les colles participants al Passeig Vint-i-dos de juliol cantonada Cr. Del Nord: Colla dels Federins, Carrasquets Trabucaires de Torrelles de Llobregat, Ball del Serrallonga de Terrassa, Grup de músics de la Pàjara, Grup de Nans de Terrassa.
18.40 h. Inici de la cercavila trabucaire, amb el següent itinerari: Passeig Vint-i-dos de juliol cantonada carrer del Nord, carrer del Nord, Plaça de Mn Cinto Verdaguer, Camí Fondo, Placeta de Saragossa, Carrer Sant Pere, Carrer de la Palla (fins l’alçada de l’establiment el Porró). Finalitzant la Cercavila al Raval de Montserrat
19.30 h. Investidura del Trabucaire d’Honor, a l’Atri de l’Ajuntament, a les persones de Josep Rull i Andreu i Lluís Puig i Gordi.
19.45 h. Inici de la tradicional cercavila ciutadana, al Monòlit en memòria d’en Joaquim Jover i Valentí Alagorda, amb el següent itinerari: Raval de Montserrat, Carrer Cremat, Plaça Vella, Font Vella, Passeig Comte d’Ègara, Avda Jacquard, Carrer Igualtat i Passeig de Joan Miró. Un cop arribats a l’Avinguda Jacquard hi hauran diverses gal·lejades.
20.30 h. Al Passeig Joan Miró hi haurà una ofrena floral, de part de les entitats participants, al Monòlit en record de Joaquim Jover i Valentí Alagorda, cloent l’acte amb una gal·lejada d’honor.
20.45 h. En acabar hi haurà un sopar de germanor a l’Espai de l’Associació de Veïns de Vallparadís, al carrer de Salmeron.
Fuente: Malarrassa
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150 años de la Filà Terç de Suavos, Zuavos Pontificios o Zuavos del Papa. PFB 2017


“Muchos han sido las pericias que esta filada de zuavos ha pasado, pero todas han sido debidas a la envidia de algunas personas que han visto a una corporación de hombres muy unida y capaz de orillas cualquier asunto y esto era lo suficiente para que muchas personas nos hicieran el tiro tan directo, no obstante de esto en nada han interrumpido nuestra marcha, al contrario de día en día hemos aumentado nuestras filas de un modo considerable y todas las maquinaciones de nuestros contrarios se han estrellado quedando nosotros en el mismo lugar de siempre.”
Julian Castelló, 1908.

El año pasado celebrábamos que el himno a San Blas cumplía cien años de se estrenó y este año la filà empiece su 150 aniversario.

El año 2010, la Junta de Fiestas editó un libro para conmemorar que las fiestas cumplían 150 años. A cada una de las filaes nos pidieron un artículo y en aquel volumen ya expliqué que no tenemos ninguna fecha, ni ninguna noticia de los primeros 33 años de la vida de la filà Tercio de Zuavos. Sabemos que sus fundadores fueron Manuel Beneyto, Felipe Cabanes, Francisco Puerto, Bautista Ferre, José Cabanes y José Vaño, pero no tenemos demasiados datos sobre estas personas. Respecto al uniforme tampoco tenemos demasiados datos, todo hace pensar que el de los pontificios fue evolucionando hacia al de las tropas de creadas por el infante Alfonso Carlos de Borbón en la tercera guerra carlista (1872-1876), al cual se parece bastante a nuestro traje actual. Ahora bien, ¿hubo algún bocairentino en las tropas pontificias? ¿Porqué en 1867?¿Cinco años antes?. Todavía nos quedan aspectos de nuestro origen por descubrir.
Banda de Tomás Vañó Bernabeu
Banda de Tomás Vañó Bernabeu

Rastreando los censos del siglo XIX hemos podido encontrar un tal Manuel Beneyto Soler que nació sobre 1830, tres José Cabanes dos Felipe Cabanes y hasta seis José Vañó por los mismos años. la cual cosa hace muy difícil seguir el rastro si no tenemos seguro el segundo apellido. Entre los nacidos en los años 1840 y 1850 la cosa se complica todavía un poco mas, contabilizamos seis José Cabanes, dos Juan Bautista Ferre, hasta ocho José Vañó y un único Francisco Puerto, de 19 años en el año 1857 y que ese año estaba soltero.

Todo indica que en un principio la denominación de la filà era la de Zuavos pontificios o del Papa y que los primeros años no fueron un camino de rosas. Las envidias y el rencor dividieron a los miembros de aquella época hasta llegar a los inicios del siglo XX con una filà bien consolidada que en el año 1905 contaba con 35 componentes y 57 en el año 1917.

Precisamente en el año 1905, el capitán Tomás Vañó Bernabeu, tejedor, de 58 años; Miguel Calatayud García, maquinero, de 45 años; Tomás Galiana Molina, jornalero, de 43 años; Francisco de Paula Cabanes, tejedor, de 33 años; todos ellos casados, decidieron ir a casa del notario Vicente Colomer Sanz a dejar constancia del acuerdo que había tomado la filà. El convenio hacia referencia a las andas y a la imagen de la procesión del Viernes Santo. En este documento se acordaba que los componentes de la filà tenían que sufragar por igual los gastos que originara la procesión, excepto la música y las voces de los motets ( composiciones polifónicas en latín) que tenían que alternar, un año si y otro no, las dos músicas del pueblo. La música recibía 22 pesetas con 50 céntimos por tocar aquellas procesiones, según el acta notarial.

En el mismo convenio, número 54, página 157 del Protocolo del notario mencionado del año 1905, Tomás Vañó regalaba a la filà una banda bordada con hilo de seda y motivos alegóricos a las fiestas de la manera siguiente: Tomás Vañó, y a falta de él su familia, guardaban en su poder la banda que dejaban a los capitanes de los años venideros en día de la Candelaria y el día de San Blas. La misma noche del día del Patrón, después de la procesión, tenían que devolverla al domicilio teniendo mucho cuidado de no deteriorarla. Según el tío Julián, el capitán y dos zuavos uniformados iban el día de la Entrada a casa de Tomás Vañó a por la banda, y después de la procesión, el piquete acompañado de la banda de música la devolvía. Respecto al paso de la cruz en la procesión de la Semana Santa y que las dos músicas alternaran en el motet, tambien sabemos por el que trajo problemas a la fila, ya que el pueblo estaba alterado por las dos bandas de música.

Gracias al tío Julián Castelló Silvestre he podido contabilizar hasta 83 zuavos diferentes en los primeros veinte años del siglo pasado. Ya he explicado muchas veces que disponemos de una reseña histórica, manuscrita, que empieza en 1901 y acaba en 1922. Reseña que cuenta aspectos muy interesantes de la vida interna de nuestra filà, pero como acabamos de comprobar también tiene referencias de la vida social en el pueblo, como eran los problemas que habían entre las dos bandas de música, el cierre de la fábrica de los hermanos Domenech, donde trabajaban muchos zuavos y que algunos tuvieron que emigrar. Las huelgas de aquellos años, la falta de comida y las referencias a la I Guerra Mundial.
Detalle banda de Tomás Vañó Bernabeu
Detalle banda de Tomás Vañó Bernabeu
De aquellos zuavos de principio de siglo, querría destacar Francisco de Paula Cabanes Cabanes, lo que sabemos que nació el 27 de agosto de 1873, primero fue tejedor y después industrial, vivía en la calle Algibe, su padre tenía 10 años cuando se fundo los zuavos y su abuelo José Cabanes Martínez, de 1809, tendría 58 ó 59 y vivía en la calle Carabassi (podría ser unos de los fundadores de la filà). Francisco de Paula Cabanes fur capitán en 1912 y 1923, consta como casado en los censos, pero no tuvo descendencia.

Aparecen en los relatos del tío Julián (1901-1922) los zuavos siguientes:
Hilario Alcaraz; Marcelino Alcaraz Vañó, maquinero; José María Aleixandre Cabanes, carpintero; Vicente Antolí; Antonio Belda; Gregorio Belda; Joaquín Belda; Pedro Beneyto; Ramón Beneyto; Francico Bolumar Castelló, tejedor; Miguel Boronat Gisbert, médico, nacido en Alcoy, Borronat; Francisco de Paula Cabanes Cabanes, tejedor y fabricante; Vicente Cabanes Cabanes, fabricante; Ladislao Cabanes Ferre, carnicero; Francisco Calabuig, Poblet; José Calabuig; Agustín Calabuig, José Mª Calatayud; Leonardo Calatayud Vañó, maquinero, Campana; Miguel Calatayud; Enrique Calatayud; José Leandro Cantó Petit, tejedor; Dionisio Cardós Micó, tejedor, nacido en Mogente, Muisén; Antonio Castelló Silvestre, tejedor, Sério; Joaquín Castelló Molina, comerciante; Leandro Castelló; José Castelló Ferre, tejedor; Julián Castelló Silvestre, maquinero, (el tío Julián); Antonio Castro; Fernando Castro; Francisco Castro Romero, veterinario; Olegario Domenech Pascual, maquinero; Santiago Doménech; Eduardo Espí Moltó, maquinero; Enrique Ferre; Francisco Ferre, Carabassa; Antonio Ferrero; Tomás Galiana Molina, maquinero, Terol; Pedro Jornet Francés, carnicero; Ricardo Juan, Carlet; Francisco Llinares Esquerdo, comerciante, de Villajoyosa; Tomás Lloret; Miguel Luna; Juan Bautista Marco Beneito, tejedor; Pedro Marco, Albadet; Blas Manuel Marset Pérez, guarnicionero o albardero; José Molina, artillero; Julián Mora Castelló, comerciante; Bautista Navarro, Polsera; José María Orquín; José Indalecio Pérez Petit, maquinero; Joaquín Petit Ferre, comerciante; Enrique Piedra; Eusebio Puerto Gandia, carpintero; Vicente Puerto (hijo del fundador Francisco Puerto); Francisco Reig; Francisco Ritas Mocholí, médico, nacido en Valencia; Andrés Roselló Bertomeu, comerciante, Aranya; Enrique Sánchis; Leandro Santonja Domínguez, maquinero, Reverte; José Sempere Albero, tejedor; Ludgardo Ureña Falcó, tejedor, nacido en Ontinyent, Bolet; Herminio Vañó, Francisco Vañó, Menigo; José Vañó o José María Vañó, Tirauret; Tomás Vañó Bernabeu, tejedor; Adrián Verdú; Francisco Verdú Miralles; Joaquín Patricio Vidal y Rafael Vilaplana Pérez, tintorero, nacido en Alcoy.

De este último, Rafael Vilaplana, sabemos por el tío Julián que era el encargado de los bailes que hacían los zuavos a principios de siglo. En el año 1901 hace referencia al bailete y en el año 1905 hacen 32 banderas para otro baile o ballet también dirigido por él. No sabemos nada de aquellos bailes. Seguro que tenían mucho éxito en aquella época.

De Ludgardo Ureña, sabemos que fue alférez y renunció a la capitanía, cosa que causó un gran altercado entre él y el resto de zuavos. Finalmente, se fue a vivir a Barcelona.

Durante la crónica de Julián Castelló muere en 1902 el joven José Calabuig. José Molina y Joaquín Belda mueren en 1905. Gregorio Belda muere en 1908. Pedro Marco muere en 1909. Francisco Reig muere el 1 de febrero de 1913. Eduardo Espí Moltó, Francisco Verdú Miralles y Enrique Piedra mueren en 1919 a causa de una epidemia. Julián Mora Castelló muere en 1921.

Observamos que de lo que hemos sacado de información hay once tejedores, nueve maquineros, cinco comerciantes, dos médicos, dos fabricantes, dos carniceros, dos carpinteros, un jornalero, un tintorero y un guarnicionero o albardero. Los que más hay son tejedores y maquineros, está claro que la industria textil favorece la pertenecía a la filà y lo que más hay son obreros cualificados de esta industria, pero también hay que destacar la de los comerciantes, médicos y carpinteros.

Algunos de los zuavos no los hemos podido identificar de ninguna de las maneras, así que no sabemos quien podría ser Luis, Llouiset, el Suat o Tonet el Monesillo, ni tampoco quien era el tío Pepe el Globo, ni el tío Joder o Bulum, o un tal León que podría ser José León Ferre Calatayud, pero no tenemos más datos.

Poco sabemos de aquellos primeros zuavos (1867-1900), un poco más ahora de los que serían la segunda generación (1901-1922) y todavía tenemos en nuestra retina las imágenes que hemos visto en las fotografías de los años 30, 40, 50 o siguientes. Por la filà han desfilado muchas personas, muchos le dedicaron casi la vida. El trabajo en las fábricas era la manutención de la familia, pero la dedicación a la filà era la manutención del espíritu festero, risueño, religioso y orgullosos de pertenecer a una agrupación. También sabemos de quienes serían las primeras mujeres que se vistieron de zuavas: María Verdú, hermana de Adrián Verdú; María Domenech, hija de Olegario Domenech; Perfecta Espí, hija de Eduardo Espí Moltó y María Puerto, hija de Eusebio Puerto.

Después de esa generación vendrían muchas otras. Hoy ya han faltado muchos zuavos que en nuestra juventud eran piezas fundamentales del engranaje festero, gracias a ellos el maset funcionaba y podemos tener un local como el que tenemos, gracias a ellos hemos aprendido a desfilar en el piquete, en las oficiales del día de la Entrada, gracias a ellos hemos sabido como llevar el arma, como ponerse la faja, la manta y el resto de piezas que componen nuestro uniforme festero. Pero tambien gracias a ellos hemos sabido ser zuavos, hacer fiestas a nuestro patrón San Blas y poder compartir con el resto de festeros de la filà tantas cosas.

Si intentará hacer un listado de todos los zuavos que ya no están entre nosotros y nos han dejado, la lista sería demasiado larga. Así que lo dejo para más adelante o para las generaciones futuras. Este año nos sentimos orgullosos de cumplir 150 años.

Gracias a todos nuestros antepasados zuavos y zuavas.

Vicent Satorres Calabuig. 


Publicado en la revista programa de les Festes de Moros i Cristians en Honor a Sant Blai de Bocairent (Valencia) en 2017

Texto traducido al castellano, el original está escrito en valenciano. Su finalidad es darle mayor difusión para los estudiosos tanto de las fiestas de moros y cristianos, así como de los Zuavos.
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34th Regiment Ohio Volunteer Infantry 1st Zouave


El 34º Regimiento de Infantería Voluntario de Ohio  fue un regimiento de infantería que sirvió en el Ejército de la Unión durante la Guerra Civil Estadounidense . Se desempeñó principalmente en el Teatro del Este en lo que ahora es Virginia Occidental y en la región del Valle de Shenandoah en Virginia . Son bien conocidos por llevar a principios de la guerra un uniforme estilo Zuavo adaptado que consistía en: una chaqueta azul oscuro con ribete rojo, un par de pantalones anchos azul cielo con dos franjas de cinta roja que caen verticalmente, un par de polainas de color canela, y un fez de estilo otomano rojo con una borla azul.

Happy 4th July
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El ataque de Malakoff en la Guerra de Crimea de los Zuavos Franceses

El ataque de Malakoff en la Guerra de Crimea de los Zuavos Franceses

Durante la Guerra de Crimea, uno de los episodios más destacados en referencia a los Zuavos Franceses, fue la batalla de Malakoff del 7 de septiembre de 1855, donde tropas francesas y rusas se enfrentaron en lo denominado el asedio de Sebastopol. La victoria se decanto por la parte gala con una gran baja de los mariscales rusos. Pero uno de los hechos más brillantes fue la del Zuavo Francés Eugène Libau quien clavó la bandera francesa en la cumbre del reducto principal ruso.

En la lámina se muestra el asalto francés en Malakoff, la principal fortificación rusa antes de Sebastopol, los soldados franceses avanzaron desde la izquierda, los Zuavos desde el primer plano izquierdo, cruzando la zanja y enfrentandose a los soldados rusos en el combate cuerpo a cuerpo a la derecha.

Publicado por Paul & Dominic Colnaghi & Co.en 1855.


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Zuavos de Bahia PFB 2018

Los Zuavos de Bahía o también denominados Zuavos Baianos fueron regimientos que se crearon en 1865 formando parte del ejército imperial brasileño durante la Guerra de la Triple Alianza o la Guerra de Paraguay, conflicto que duró entre 1864 y 1870, entre la coalición de Uruguay, Argentina y el Imperio de Brasil contra Paraguay. Fue una de las mayores guerras de America del Sur del siglo XIX.

Los regimientos de los Zuavos de Bahía estaban formados sólo por negros bahianos, tanto si eran liberados como no, que se unían al ejército como voluntarios, aunque su participación era reducida en comparación de los grandes cuerpos de voluntarios de la patria. Los negros liberados formaban parte de forma automática en estos regimientos cuando se presentaban voluntarios. Los esclavos prófugos se alistaban para conseguir su libertad si volvían vivos de la guerra. Algunos terratenientes para evitar ser enviados al frente, mandaban a sus esclavos.

Fueron considerados por sus enemigos como soldados de segunda clase, pero los Zuavos de Bahía, al igual que los Zuavos franceses lucharon ferozmente y probaron su valor en todas las batallas donde participaron. Se estima que el total de soldados de color que componían el ejército imperial brasileño estaba en torno del 5 al 7% del total.

Al igual que sus predecesores, los Zuavos Baianos formaban parte de los regimientos de infantería ligera en el campo de batalla, es decir, formaban parte de la vanguardia del ejército imperial brasileño, cuyas funciones eran las de reconocimiento del terreno, luchar en las primeras escaramuzas que se producían en el campo de batalla y dejar libre el camino a la infantería pesada.

Las batallas en las que participaron los Zuavos de Bahía fueron:

  • El Cerco de Uruguaiana, agosto de 1865, el ejército paraguayo tomó la ciudad sin resistencia, pero tras la batalla de Jataí, las fuerzas armadas paraguayas se  fortificaron en la ciudad y espero al enemigo. Las fuerzas estaban descompensadas, ya que los paraguayos contaban con 8.000 soldados, mientras que la triple alianza tenían más de 18.000. El cerco duró hasta el 18 de septiembre, sin librarse ninguna batalla, el líder paraguayo, el general Estigarribia se rindió tras quedarse sin víveres. 


  • La batalla de Tuiuti, 26 de mayo de 1866, ataque por sorpresa por parte del ejército paraguayo, ya que tenían información de que iban a ser atacados. Los paraguayos casi alcanzaron las baterías de artillería aliadas y también el campamento aliado, pero el ejército imperial brasileño logró, desesperadamente, alejar a las fuerzas paraguayas de su objetivo crítico. En el lado argentino, los paraguayos lograron hacer que la caballería argentina golpeara en retirada. La batalla se transformó en una serie de ataques y contraataques, quedando el ejército paraguayo muy mermado, con más de 6.000 bajas del total de 26.000, mientras en el lado aliado fueron menos de 1.000 de un total de 35.000 hombres. Siendo esta una de las batallas más sangrientas de toda América del Sur.

Tras la finalización de la guerra de Paraguay con la victoria de la Triple Alianza, los tres batallones de Zuavos que se crearon volvieron a Bahía, recibidos por la ciudadanía con júbilo y alegría, pero tristemente tras su entrega en el campo de batalla no fueron completamente reconocidos, tan solo unos pocos tuvieron posiciones importantes y reconocimiento. Pero no solo fueron olvidados por el imperio brasileño, sino que también lo hizo ya siendo república, ya que renegaban de su pasado negro, retirando privilegios a algunos Zuavos Baianos que demostraron su bravura en el campo de batalla. Pero los negros del ejército brasileño dieron su sangre por su patria y libertad, luchando con garra y bravura contra el enemigo paraguayo y teniendo un papel destacado en toda la guerra. Independiente de su raza, los Zuavos Baianos ciertamente lucharon con bravura impar, marcando todo el esfuerzo de guerra brasileño y siendo también decisivos para la victoria total de la Guerra del Paraguay.
Su uniforme al igual que muchos regimientos de la Guerra Civil Americana (1861-1865) era prácticamente igual que el original de los Zuavos franceses, con su chaqueta corta sin cuello, faja de lana en color azul, pantalones bombachos en rojo polainas de lona blanca, y el fez característico con la borla. Pero el elemento diferenciador es el chaleco (gilet), sobre todo en sus colores, no el azul con ribete rojo, sino era verde con el ribete en amarillo. Esta diferencia se debe a los colores utilizados en la bandera del Imperio de Brasil de 1822, cuyos colores verde y amarillo representaban a las familias reales de Braganza y Habsburgo. Fueron denominados por el Conde d´Eu como el regimiento más hermoso del ejército brasileño, no solo por su uniforme, sino por su organización y entrega en la lucha.

Respecto al armamento, estaban igual de equipados que el resto de voluntarios de la patria, el arma utilizada, y que por aquella época fue una innovación por su precisión, fue la carabina de fabricación belga “Minié”, que utiizaba las balas del mismo nombre, que a diferencia de las balas redondas de los antiguos mosquetes. Estas balas, al expandirse por la parte trasera, tras la deflagración, se ajustaba al ancho del ánima de cañón que estaba rayado, y eso permitía que la bala girase sobre si misma y su trayectoria fuera recta y precisa.

También tenían una característica los Zuavos Baianos en la batallas, sobre todo cuando asaltaban las trincheras paraguayas, y era la utilización de la conocida lucha capoeira, un arte marcial afro-brasileño que utiliza la danza, música y acrobacias, que gracias sus rápidos y complejos movimientos, podían abatir al enemigo con patadas, fintas y derribos.


BIBLIOGRAFÍA 


  • A participação dos negros escravos na guerra do Paraguai. André Amaral de Toral.
  • Reminiscências da guerra do Paraguai. Rio de Janeiro. Dionisio Cerqueira.
  • O envio de negros para a guerra do Paraguai. Osvaldo Silva Félix Junior.
  • Os companheiros de Dom Obá: os zuavos baianos e outras companhias negras na guerra do Paraguai. Hendrik Kraay.
  • Armas do Brasil na guerra do Paraguai. Carlos F.P. Neto.
Publicado en el programa de libro programa Festes de Moros i Cristians en honor a Sant Blai de Bocairent (Valencia) 2018.
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Seguridad festera ante todo...




Cuando desfilar no implica estar únicamente en el maset, cuando desfilas en un ambiente con obras, proteger la cabeza de potenciales accidentes es algo muy importante.
El casco no es un insumo del ambiente festero que se utilice porque se vea bien, sea gracioso o no cumpla con las normas de decoro. También tiene una utilidad específica y una muy importante: la seguridad.
Es casco es ideal para evitar accidentes y lesiones en el área del cráneo. Una lesión en la cabeza es capaz de afectar la visión, el lenguaje y otras funciones a cargo del cerebro. Una lesión de este tipo podría llegar a incapacitarte a pesar de sólo afectar esta región.
Debido a las obras que se está realizando en la Pl del Ajuntament, anteponemos la seguridad ante todo. Este es motivo.
Existen unas normas no escritas en para la utilización de los diferentes colores en los casco de seguridad. En este caso son:
- Rojo: Personal de seguridad, bomberos, brigadas de emergencia, etc. En nuestro caso es para el alférez con estrella de seis puntas en color dorado.
- Azul: Encofradores, carpinteros, electricistas y otros operadores técnicos; también para estudiantes en prácticas, asesores técnicos y visitas. En nuestro caso para la tropa con cruz blanca suava.
Festa Avant!
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El sable de Alférez del Tercio de Zuavos.


El sable del Alférez del Tercio de Zuavos es una fiel reproducción del elegante Sable personalizado para Institutos Montados, Modelo 1895. Toledo, 1898.

Su descripción es la siguiente:

Fino y elegante sable para institutos montados, personalizado con la firma del dueño en la hoja y con la vaina original de acero. Se trata del modelo 1895 y es un arma realizada en la Fábrica de Toledo, en el año 1898. El sable es de gran belleza, sencillo y equilibrado, y se encuentra en muy buenas condiciones. La hoja y el guardamano son lisos, con formas sinuosas y elegantes, y el puño tiene una forma irregular destinada a favorecer el agarre del arma. La hoja tiene la bigotera grabada por ambas caras, acompañada de la elegante firma del dueño del sable grabada también en el acero.

Uno de los grabado de la bigotera lleva el nombre de la fábrica donde se forjó el arma: ARTILLERÍA - FÁBRICA DE TOLEDO, y también el año de fabricación: 1898. El grabado que aparece en la otra cara representa el escudo de Castilla y León con la corona real encima. Ambos detalles están muy bien conservados, con los relieves profundos finamente tallados a mano. La firma, por su parte, también es claramente visible. El acero de la hoja está en muy buenas condiciones, sin apenas signos de desgaste o deterioro. Por otra parte, en la parte inferior del extremo de la cazoleta podemos ver un número 2 grabado en el metal.

El puño de este sable es característico de las armas de caballería. Está formado por dos piezas fabricadas en madera cuadrillada y atornilladas a una espiga plana, en lugar de ser de sola pieza revestida de piel de lija con torzal, como mandaba el diseño tradicional. Esta configuración crea un agarre sólido y funcional, perfecto para un arma destinada a ser utilizada sobre monturas y que fue empleado en sucesivas ocasiones en espadas y sables de caballería.

Su sencillez y su elegancia hacen de este antiguo sable una pieza muy atractiva, perfecta para una gran colección de armas blancas.

Medidas: Hoja: 80 cm. Sable (con guarnición): 97 cm.

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Un estudio pionero analiza los niveles sonoros de las armas de avancarga

Muy probablemente es la primera vez que una persona que ejerce de otorrinolaringólogo sea también presidente de un grupo trabucaire. El doctor José Maeso, presidente de la Colla de los Federins de Terrrassa i de la Creu Alta, ha impulsado un estudio que analiza los niveles de ruido que se derivan de las actuaciones de los trabucaires. El estudio rompe algunos tópicos y sitúa el nivel de sonido que se produce de la actividad trabucaire en un promedio general de 113 decibelios, dato que aconseja medidas de prevención por los actuantes y de protección por el público, pero que se encuentra en el nivel de una sala de discoteca o de un taladro doméstico.

"No encontramos ningún estudio que cifre el nivel sonoro de las descargas de las armas de avancarga, ni tampoco ninguna base de datos que nos aportara información, por eso creamos el estudio y hemos encontrado respuestas a nuestras preguntas" , expone el presidente de la Colla de los Federins i de la Creu Alta y doctor en otorrinolaringología José Maeso. El estudio, impulsado desde la colla con el apoyo de la Colla Tro Gros de Súria, ha contado con la colaboración del Ajuntament de Súria, el departamento de audiología de la empresa Cottet y el material técnico de medición de la empresa SGS Tecnos SA

Para llevarlo a cabo de una manera homologable y siguiendo los protocolos científicos se reunieron 24 armas de 22 modelos de trabucos y armas diferentes, y se realizó el sábado 17 de junio de 2017 en Plaza Mayor del Pueblo Viejo de Súria, un ambiente urbano que reprodujera la mayoría de las condiciones que se dan en las actuaciones reales. Para cada una de las armas se hicieron medidas sonométricas a un metro, cinco metros y diez metros del tirador a nivel de tierra. También se hicieron medidas desde los primeros y segundos pisos de edificios que daban a la plaza, tanto con las ventanas cerradas como abiertas. Finalmente en la plaza se reunieron las 24 armas en una tirada conjunta, tomando medidas tanto a pie de calle como desde un primer piso. "Con el estudio hemos obtenido mucha información", expone Maeso creando expectación

Tópicos rotos, actuaciones responsables.

El nivel de sonido que se produce con las descargas de los trabucaires es elevado, con un promedio general de 113 decibelios, pero al nivel de una sala de discoteca o de un taladro doméstico. No hay que olvidar que es importante proteger los oídos, con tapones específicos, cuando se emplea un taladro doméstico, ya que se considera que más de 15 minutos con este ruido constante provoca daños auditivos. Así pues, si bien la descarga de los trabucos es puntual, los actuantes también deben disponer de medidas de prevención, es decir, tapones en los oídos, que se pueden adquirir en las farmacias.

Los niveles de ruido más altos se producen en las frecuencias graves (200-250 Hz), las cuales "dan mucha sensación de vibración, pero son menos peligrosas que las frecuencias agudas a la hora de lesionar el oído, sin olvidar que en todas las frecuencias el ruido producido es alto ", según explica Maeso.

Un tópico que se rompe es el que considera que a más gramos de pólvora, más ruido. Con cargas muy diferentes de pólvora y por la misma arma se ha descubierto que en promedio puede haber una diferencia de sólo unos 6 decibelios (dB). Concretamente, en un mismo trabuco entre cargar 11 o 20 gramos de pólvora sólo se pudo lograr una diferencia de 3 dB. Y el tamaño no es importante: entre un volquete grande con 20 gramos de pólvora, y una pistola con 6 gramos de pólvora sólo se encontraron 4,5 dB de diferencia entre las medias de sonido. Análogamente, la media de sonido lograda por la tirada simultánea de las 24 armas del estudio (122,9 dB) fue sólo de 8 dB superior a la tirada del arma aislada más ruidosa (114,96 dB).

El otorrinolaringólogo y presidente de la Colla de los Federins y de la Cruz Alta, tras el estudio emite tres conclusiones principales: los niveles de sonido alcanzados entre las armas de avantcarga no difieren entre ellas de manera significativa, de la misma por lo que un mayor gasto de pólvora no corresponde un incremento significativo de ruido. Por último, el estudio del rango de frecuencias ha demostrado una mayor repercusión en los tonos graves, si bien el volumen para todas las frecuencias es alto. "Por eso se deben aconsejar medidas de prevención para los actuantes, y de protección para el público", concluye José Maeso. "Además de sorprendentes, los datos del estudio las consideramos positivas", añade el jefe de la Colla dels Federins de Terrasa, Josep Sellarés.


El estudio ha sido posible gracias a la colaboración de las siguientes grupos que reunieron las 24 armas: Colla dels Federins de Terrassa i de la Creu Alta, Tro Gros de Súria, trabucaires de Solsona, Berga, Castellar del Riu, del Vi d'Alella, Miquelets de Catalunya y Sant Andreu de Barcelona. 

Fuente: Tornaveu
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Zoutube - Civil War Journal VF Les Zouaves


Les Zouaves pendant la guerre de sécession.
Video de louis thury

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#americancivilwar

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