La comparsa dels Suavos.
Publicado en el programa de fiestas de Moros y Cristianos de Bocairent en 1999.
En Bocairent las fiestas no son una improvisación, ni una servidumbre de nuestro tiempo. Son de un pueblo viejo, y enraizamos en las costumbres las formas de vida, y una de ellas, la fiesta, la queremos derivada de las tradiciones.
Y las tradiciones nos hacen comulgar en voluntades pasadas, y en los pensamientos de unos hombres, que todavía adivinan. Adivinan en los mitos, en las representaciones simbólicas de las Comparsas, o vamos a entenderlos desde la sugestión de sus nombres. Y uno de aquellos, el de los Zuavos. ¿A donde nos lleva? Nos lleva al siglo XIX, y a las guerras contra el Papa. Unas guerras que destruyeron los Estados Pontificios.
La Europa romántica, más burguesa que católica, consintió que la unidad de Italia se hiciera a costa de los Estados Pontificios. Mastai Ferrati (Pío IX), es su soledad solo pudo contar con un aliado. La Guardia de los Zuavos.
Victor Manuel y Garibaldi, con 100.000 soldados, hicieron trágica la heroicidad de los 6.000 Zuavos. Pío IX capituló, evitando una mortandad inútil. Y en la fatídica fecha del 20 de septiembre de 1870 dio la orden para que se izara la bandera parlamentaria. Y el jefe de la Guardia, el Barón de Charette, así como los españoles Alfonso de Borbón y el general Savalls, la obedecieron dolorosamente. Los Estados Pontificios se terminaron para siempre, y Mastai Ferrati, abandonando su habitual serenidad, acusó a Victor Manuel y a otros gobernantes liberales de “raza de sacros”.
Y los Zuavos continuaron luchando en la Tercera Guerra Carlista, pero su destino estaba marcado.
Solo la Comparsa recuerda sus gestas.
Tenemos referencia de su fundación en 1865, antes del descalabro de Roma. Por lo tanto, en nuestro pueblo la fiesta no solo cumplía un función lúdica, sino que tambien representaba los enfrentamientos ideológicos del siglo. Y a la vez, reflejaba la evolución de los comportamientos políticos en el periodo de la Restauración, que fue muy cambiante. Entre 1886 y 1888 se produjo por parte del Carlismo un proceso de acomodación al sistema Bipartidista, y después la izquierda, con la separación del núcleo intransigente comandado por Ramón Nocedal.
Esta nueva situación propició nuevas iniciativas, como la fundación de círculos y juntas. Una de las mas numerosas era la de Bocairent, y la misma nutría a la Comparsa. J. Castelló salvó del olvido el nombre de sus fundadores, así como muchas pericias, vividas a través de los años.
Finalmente queremos comentar dos curiosidades: algunos estudiosos del carlismo y de los zuavos tienen documentos fotográficos de la Comparsa, y equivocadamente las consideran referidas al ejército real; es decir, la crónica de nuestra fiesta, como hemos dicho, es siempre paralela e ilustrativa de la historia; tambien nos consta que ha sido objeto de estudios antropológicos.
Rafael Pérez Cabanes.
Texto traducido al castellano, el original está escrito en valenciano. Su finalidad es darle mayor difusión para los estudiosos tanto de las fiestas de moros y cristianos, así como de los Zuavos.
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