Homens de la Festa, Eduardo Juan Castelló “Quiquesso”. PFB 1980.


Eduardo Juan Castelló “Quiquesso”


Es triste y lamentable que cada vez que tengamos que airear y ensalzar la figura y memoria de un compañero de la Fiesta, tengamos que hacerlo cuando haya desaparecido de nuestro lado. Cuando su pérdida es ya irreparable.

Y así ha sido el querer glosar la figura del amigo Eduardo Juan Castelló ...

Nacido el 8 de abril de 1902, muy joven se alisto en la filà del Tercio de Zuavos, que habría de ser el cauce donde volcara todo su entusiasmo festero. En ella desempeñó diversos cargos, poniendo siempre el empeño de su ilusión y su entrega.

Pero seria en la Junta de Fiestas donde habría de desarrollar al máximo toda su actividad, desde aquella vocalía de la Comisión de Ornato a la que permaneció durante varios años. Pasadas las fiestas de Reyes, dejando hasta sus obligaciones profesionales y personales, comenzaba su labor de colocación de gallardetes, banderas y guirnaldas, buscando siempre la máxima ambientación en las calles.

Su sentido práctico, ahorrativo, el evitar gastos superfluos, fueron motivos en mas de una ocasión, sobre todo en sus famosas “cassoles de arroç al forn” y en la cena anual de la Junta, motivos de zumbas y alfilerazos, que el soportaba con humor y alegría que siempre   ha reinado entre los hombres de fiesta.

Pero sobre todo, el fue el creador de la lluvia de Aleluyas en el momento de entrar San Blas en la plaza, que él cuidaba, preparaba y mimaba como su mejor ofrenda al Patrón, y que hoy es un acto obligado y esperado...

Los últimos años de su vida los paso en Valencia, desde donde soñaba con sus dos visitas anuales: Les Danses y la fiesta de San Blas. Visita que ya no cumpliría este año con su fallecimiento el 7 de agosto de 1979.

Pero estamos seguros que Eduardo seguirá estando presente cada 3 de Febrero al aparecer el “Guió”, tras doblar el “Cantó” ilusionante y entre el apoteosis de “¡Vitols!” y lluvia de aleluyas, no ha de faltar la suya, dejada caer desde el Cielo, bajo la mirada paternal de San Blas.

Publicado en la revista programa de les Festes de Moros i Cristians en Honor a Sant Blai de Bocairent (Valencia) en 1980.

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La gráfica Zuava. Imagen corporativa de la Filà Terç de Suavos. PFB 2013


Publicado en el programa de fiestas de Moros y Cristianos de Bocairent en 2013.

Era un tema del cual solíamos hablar durante las fiestas, en el aperitivo en el maset, cuando paraba el Piquete en casa del capitán y del alférez, o en la fuente de la plaza. Hablábamos de las innumerables versiones del escudo de la filà que convivían con nosotros, hasta se creaban de nuevas. Hablábamos de la deformación de la cruz, de la pérdida de su suave contorno, de la diversidad de azules, de los galones dorados oxidados, de la rotulación del nombre de la filà con los distintos tipos de letra y de tantas otras cosas.

En abril de 2010, después de hablarlo con la Junta de la Filà, redactamos un documento para unificar la imagen, fijar y establecer las normas de utilización de los símbolos que nos representan en la fiesta. Un manual corporativo que fue aprobado en asamblea y quedo anexionado en el reglamento interno que se acababa de revisar y aprobar.

En el mundo institucional y empresarial es muy habitual la redacción de este tipo de documentos que sirven como guía para mantener la misma imagen. En una filà podríamos decir que todavía tiene mas justificación. Los símbolos tienen una connotación sentimental mas fuerte que nos une como grupo, y como filà hemos de velar por el mantenimiento de la manera más fiel posible a la tradición, sin dejar de lado la modernización o la adaptación al presente que vivimos.

PRIMER PASO, LA CRUZ Y EL ESCUDO.

Podríamos decir que nuestro escudo es gráficamente de los más fáciles identificables junto con el de los Espanyoletos y el de los Marrocs, porque muestran un único símbolo limpio y sin más ornamentos: una tipología de cruz en nuestro caso. El antiguo reglamento de la Filà (art. 64) describía nuestra simbología de la siguiente manera tan concisiva “ El escudo es el símbolo de la Filà, consiste en una cruz de color blanco con los laterales arqueados o elípticos y redondeados todos ellos con un galón de color dorado, sobre fondo azul. Habrá que figurar en todos los impresos oficiales de esta, en los se podrá utilizar una sola tinta, que tendrá que ser azul·. Sin mas datos ni referencias, lo que nos daba pies a que cada uno interpretara la cruz como mejor sabía. La tarea que teníamos por delante era ardua y laboriosa, pero la emprendimos con mucha ilusión.

Nuestra cruz es una concretamente una variación de la cruz rosetón de los evangelistas formada por cuatro círculos que los representan. Fue muy utilizada en la arquitectura gótica para las ventanas, vidrieras y linternas, y representaba la luz de los cuatro profetas que iluminaban el templo.

Lo primero que hicimos fue definir de una vez el diseño de la cruz que nos caracteriza, por lo cual  recogimos todas las variaciones que habían. Documentamos más de 20 diversas formas y colores. Una vez tuvimos toda la documentación encima de la mesa seleccionamos la que consideramos nuestra: La cruz es la que utilizan las modistas para confeccionar las cruces de la chaqueta. Se trataba de establecer un sistema sencillo y proporcionado par crear la cruz, que pudiera ser utilizado por cualquier persona y que se adaptara a todas las necesidades posibles.



Al mismo tiempo investigamos la misma forma del escudo que lo envuelva, y optamos por redondear la parte inferior como la podemos encontrar en diferentes soportes en el maset desde hace más de 50 años.

SEGUNDO PASO, COLORES Y TIPOGRAFÍA.

El azul zuavo.
Pasaba lo mismo que el diseño de la cruz que con los colores. En la fase de análisis y documentación vimos el escudo en toda la gama de azules, desde celeste hasta otros más oscuros y violetas. Estaba claro que el color corporativo de la filà tenía que ser el azul de nuestro vestido oficial y para determinar cual de todos los azules “azulón” era el más adecuado, hicimos una media a ojo utilizando una carta Pantone® y todas las chaquetas y chalecos que teníamos a nuestro abasto.

Se estableció como complementarios el rojo-granate del pantalón o falda y el amarillo-dorado del galón. Aparecen también definidos en la siguiente tabla por su futuro uso correcto como rojo zuavo y azul zuavo.

EL TIPO DE LETRA.

La tipografía que se propone para rotular con el escudo es el denominado Garamond, en su versión negrita y cursiva, y en minúsculas, a excepción de la T y la S. Esta tipografía es de origen francés como el de las tropas “zoauves”, de donde provienen todas las formaciones zuavas que hay por todo el mundo. Es una tipografía muy estándar y que se adapta muy bien a todas sus aplicaciones.
Una vez todo definido: cruz, escudo, colores y tipografía, era la hora de diseñar el logotipo completo de la filà, con el nombre del escudo. El logotipo tiene cuatro versiones principales: variantes de disposición horizontal o vertical y con el galón y sin el.




ÚLTIMO PASO, APLICACIONES.

Una de las aplicaciones más urgentes a documentar era la aplicación de la cruz del vestido, las dimensiones según la edad y la colación de esta en el vestido. En la ilustración adjunta documentamos gráficamente y solucionamos este problema.

Posteriormente se hicieron diversas aplicaciones gráficas en diferentes soportes de papelería como hojas, sobres, cubiertas de libro, web y pie de correo electrónico. También estas normas ya se han adaptado a las a aplicaciones gráficas en uso como son: el título del maset, etiqueta del herbero de la filà y en el programa de fiestas entre otros.

Aprovechando la inercia del trabajo que estábamos realizando decidimos continuar documentando más elementos de la fiesta como son la banderita, las armas, el delantal y la manta.

Por último, queremos agradecer a la Junta de la Filà su apoyo y predisposición en todo momento hacia este proyecto, y a las modistas Teresa Vañó Luna y Mª Carmen de Diego por mantener durante tantos años, con sus tijeras, la imagen de la filà. Así como a Ignacio Silvestre Borrego y Luis Silvestre Belda, por la documentación de los diferentes símbolos a nivel histórico y técnico, respectivamente.

Puede ser que sea la primera filà que disponga de un Manual de Identidad Corporativa, pero el que nos llena de mayor satisfacción es el hecho de poder colaborar en mantener la herencia de nuestros antepasados.

Blai Silvestre Pérez.
Luis Silvestre Borrego
Pablo Mestre Navarro.


Texto traducido al castellano, el original está escrito en valenciano. Su finalidad es darle mayor difusión para los estudiosos tanto de las fiestas de moros y cristianos, así como de los Zuavos.
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Festes de Moros i Cristians en honor a Sant Blai 2013 de Hundidor


 
Cada año y desde hace ya unos cuantos, me marco el objetivo de contar mis vivencias en las pasadas fiestas de Moros y Cristianos en honor a Sant Blai.

Ya en la crónica del año pasado hacía especial hincapié en la inolvidable experiencia que supuso para mi la incorporación de mi hija a la fiesta, y este año pude repetir las magníficas sensaciones del pasado año, ya que el pasado mes Octubre volví a ser padre  de otra niña que, con tan solo seis días de vida fue dada de alta en la Filà Terç de Suavos durante la asamblea de Tots Sants.

Aunque, al ser tan pequeña no pensamos en principio en vestirla de festera, finalmente y ante el ofrecimiento de una amiga de la familia que nos facilitó un traje del tamaño adecuado, la pequeña de la casa pudo vestir el traje de “Suava” junto a sus padres y hermana por primera vez a la tierna edad de tres meses.

 Estas fiestas debido al hecho de tener dos criaturas pequeñas en casa, mi autonomía festera se ha visto bastante limitada , reduciendo mi participación en la fiesta a aquellos actos diurnos (salvo contadas excepciones) a los que podíamos acudir con nuestras hijas y siempre priorizando la atención a sus horarios y necesidades aun a costa de perder algún que otro acto.

Por eso me disculpo de antemano a los interesados en esta crónica si en algún momento no me extiendo demasiado en la descripción de ciertos actos o sucesos puesto que este año he centrado mis esfuerzos en la gratificante tarea de disfrutar de mis hijas siendo testigo de sus primeros pasos en la fiesta.

Día de les Caixes.

El hecho de comenzar la fiesta en Viernes, me permitió acabar mi jornada laboral  a mediodía , ahorrándome las prisas de otros años para poder acudir al acto de la retreta de “les Caixes”.

A pesar de que es un acto al que he procurado no faltar nunca, siempre lo he vivido como espectador. Nunca hasta este año me había hecho el propósito de participar con el “Farolet” y haciendo el recorrido. Fue la ilusión de acompañar a mi hija mayor, que a sus dos años empieza a disfrutar de los actos festeros, la que propició que farol en mano y cría al brazo acudiésemos a la plaza para tomar parte en la comitiva.

El primer Vítol al patró Sant Blai!! , seguido del redoble de las nueve “caixes” confirmando la presencia del sargento de cada una de las “filaes”, dio paso al pasacalle al que nos incorporamos para dar la preceptiva vuelta por el pueblo.

Tras un rápido paso por casa que nos permitió ver el castillo de fuegos de artificio desde los ventanales , mi mujer se quedó en casa con las dos niñas lo que me permitió a mi poder acudir a la cena de la Nit de Caixes en el maset de mi filà.

Cena distendida y con el maset lleno hasta la bandera por tratarse de Viernes por la noche. El fin de semana facilitó la asistencia masiva de festeros e invitados y así pasamos los primeros momentos de ambiente festero con todo el grupo de amigos del Terç de Suavos. Tras una corta sobremesa en el maset nos dirigimos a la punta del puente para desfilar este año en cuarto lugar.

El desfile transcurrió con unas temperaturas agradables más propias de otros meses que permitieron disfrutar de la noche a aquellos que pudieron alargar la jornada. Yo por mi parte en cuanto llegó mi escuadra a la plaza me tuve que retirar para echar una mano a mi mujer con las niñas ya que las músicas y el bullicio las tenían despiertas organizando un pequeño caos en casa.

Día de L’Entrà

Si alguna ventaja tiene tenerse que retirar pronto es el poderte levantar pronto al día siguiente y aprovechar el día.

Así pues el día de l’Entrà comenzaba este año para mi sobre las 8:30 de la mañana. Como nuestra intención era acudir con las dos niñas al acto matutino de las bandas en la plaza, necesitábamos bastante tiempo para vestir a toda la familia.

La más pequeña (y la más madrugadora) fue la primera en vestir el traje de “Suava” este año en casa. Ni que decir tiene que es para mi una satisfacción enorme el ver a mis hijas a su corta edad participar de la fiesta…este año he disfrutado como un crío solo viéndolas a ambas vestir el traje de festera y en especial viendo a la más mayor que a sus dos años ha disfrutado por primera vez conscientemente de la fiesta y se levantaba cada día pidiendo a voces su traje de “Suava”.

Es curioso como el poder vivir ciertas experiencias como esta hacen que unas fiestas sean totalmente plenas y satisfactorias a pesar de haber tenido que prescindir de asistir a más de un acto, grandes comilonas y cenas, salidas nocturnas y otros accesorios que antes formaban parte necesaria de la fiesta en mi mente.

Más de dos horas pasaron esa mañana hasta que los cuatro festeros de casa estuvimos preparados y  listos para acudir a la plaza.

Allí nos reunimos con varios amigos que en situación muy similar a la nuestra habían llevado a sus hijos para participar todos juntos del desfile.

Este año se habían introducido ciertos cambios en el acto matinal y había un concurso de bandas. Un speaker presentaba la banda y el director que iban a actuar así como la pieza a interpretar antes de cada actuación. A esto seguía la interpretación de la banda que para mi gusto ralentizaba en exceso la salida de cada filà  de la plaza.

El tiempo no pintaba tan benévolo como el día anterior y un aire helado incomodaba mucho la espera con los niños en la plaza hasta el punto que casi desistimos de esperar para participar en el desfile.

Finalmente sí esperamos y disfrutamos de ver a nuestras hijas con otros pequeños zuavos y zuavas, acompañando al banderín de la filà con el aire helado de acompañante pero con la sonrisa en la cara. Esto hizo que olvidásemos pronto la larga e incómoda espera en la plaza.

Me gustaría hacer una reflexión sobre un acto como este, en el que la participación de los niños es bastante nutrida. No se debería dilatar en exceso el arranque de las bandas ya que sobre todo los niños de las ultimas filàes en salir se pueden pasar más de una hora de plantón esperando. Se ha querido dar protagonismo a la música con el tema del concurso lo cual puede ser interesante , pero habrá que pensar en dar a los crios un acto adecuado en duración y horario dentro de nuestras fiestas para su exclusivo protagonismo y disfrute, ya que ellos son el futuro de la fiesta y a veces no reparamos en las esperas y temperaturas que les hacemos soportar.

Acabado el recorrido del pasacalle volvimos a casa sin asistir a la mascletá, que preferimos oír de lejos para tranquilidad de los pequeños.

Una vez acompañada la familia a casa me dirigí a comer al Riberet junto al resto de amigos de la cuadrilla. Este año era el primero que volvíamos al Riberet desde su reapertura y debo decir que nos prepararon un suculento menú donde destacaron unas frequísimas quisquillas y un sabroso arroz con bogavante que hizo las delicias de los comensales.

Tras la comida, vuelta a pasar por casa a recoger a mi mujer y a mi hija mayor, para acompañarlas hasta la carroza en la que íbamos a participar en la entrada junto con otros amigos. Por segundo año consecutivo habíamos alquilado una carroza para poder salir todos juntos con nuestras familias al desfile. Tras un pequeño lío a la hora de sentarnos que hizo que acabáramos distribuidos de forma algo incoherente, comenzó la entrada y pasamos un buen rato viendo a los niños disfrutar tirando golosinas y conffetti a diestro y siniestro.

Este año la filà saco  además de escuadras infantiles, ausentes en años anteriores, cuatro carrozas infantiles propias más la nuestra y la del Alférez que también estaba llena de  niños y amigos del mismo. Quiero pensar que no solo somos la filà más numerosa sino que también el futuro de la misma está garantizado viendo la gran cantidad de niños participantes.

La Capitana de la filà participó junto con su padre en  una espectacular carroza que figuraba un dragón y fue acompañada de diversas escuadras especiales de amigas y familiares.

Después de acabar nuestro recorrido merendamos unos bocadillos en el maset y volvimos rápidamente a casa para ver a nuestra hija pequeña que se había quedado a cargo de la abuela (benditas abuelas) para que pudiésemos salir.

Una vez todo en orden en casa me fui a casa de mi abuela para disfrutar desde sus balcones de lo que quedaba del desfile de l’Entrà.

La presencia de amigos y familiares en casa de mi abuela hizo que estuviese más pendiente de conversar con ellos que del propio desfile que pude contemplar en los escasos ratos en los que quedaba hueco en algún balcón. A diferencia de otros años el ser Sábado había llamado a gran cantidad de gente a venir a ver la entrada de moros y cristianos.

De lo poco que pude ver destacaría la capitanía de los “Marrocs” por la vistosidad de las escuadras del boato en las que participó más de un pariente mío amigos y familia de la capitana.

También destacar la participación en una carroza vestido de Mosquetero de uno de mis amigos de cuadrilla que al ser primo de la capitana de la filà, tuvo que mudar de atuendo para acompañarla en su capitanía. Aún así, siempre fiel a sus colores hizo doblete saliendo a la entrada también en la oficial de Zuavos.

La sombra de las dificultades económicas por las que pasa el país tuvo su reflejo en la entrada, ya que pese a ser sábado no finalizó demasiado tarde…En tiempos de bonanza recuerdo más de una entrada acabar casi a medianoche al caer en sábado. Las carrozas/camiones del final del recorrido brillaron por su ausencia y donde antes salían una media de 10/12 camiones este año se saldó con un solitario camión de la filà de Españoletos.

Acabado el desfile me dirigí a mi casa dando por finalizada la jornada festera.

Día de Sant Blai.

Aprovechando que mis hijas no madrugan demasiado mi primera intención era la de salir a la Diana y volver antes de que estas despertaran. Sin embargo finalmente no me resulto posible salir y contemplé la diana desde la ventana de mi casa.

Algunos de mis compañeros de cuadrilla pasaron desfilando y saludaron a la ventana con cierto cachondeo al verme pegado al cristal en batín y pijama.

Tras el cansancio y la excitación acumulada durante el día anterior, las niñas tardaron lo suyo en despertar dándonos tiempo a un tranquilo almuerzo en casa  y a una reparadora ducha.

Una vez mas el largo proceso de uniformarse convenientemente nos llevó gran parte de la mañana y una vez todos a punto nos fuimos a “les paraetes” a comprar unas fotos y algún juguetito a nuestra hija mientras hacíamos tiempo para asistir al saludo.

El agradable solecito que hacía junto al castillo, nos invitaba a esperar a nuestra filà allí mismo por lo que no subimos a la salida de la iglesia como era nuestra intención inicial.

Vimos pasar a Mosqueters, Marinos, Marrocs, Moros y Estudiantes y nos enganchamos al paso del Terç de Suavos para ir a la “picaeta” en el maset. Allí mi hija mayor disfruto como una loca acabando con todos los “cacaus” y “tramussos” a su alcance  y contaba eufórica en su jerga infantil todo aquello que le pasaba por la mente. Cada vez que sonaba la música se ponía especialmente contenta y  cuando paraban de tocar decía a gritos  “Ja s’ acabat!!” y  “…Ara tocaran mes…”.

Acabada las reservas nacionales de cacahuetes y altramuces no sin dificultades por nuestra parte, conseguimos convencerla para irnos a casa a comer.

Una vez en casa disfrutamos de el tradicional puchero de Sant Blai que cada año prepara mi suegra para celebrar como toca en la mesa el día de nuestro Patrón.

Para mí comida relámpago ya que, aunque mi mujer e hijas se quedaron en casa descansando, yo si pude asistir al Piquete en el que pude disfrutar de la compañía de mis compañeros de cuadrilla.

El desfile resultó agradable y como siempre divertido gracias a las ocurrencias de mis compañeros y a las obligatorias y alimenticias paradas en casa del capitán y del alférez.

Este año disfruté especialmente de la compañía de mis amigos en este acto ya que las distintas obligaciones familiares nos había mantenido algo dispersos durante todas las fiestas y fue en el piquete donde pudimos disfrutar de un verdadero ambiente de cuadrilla.

Finalizado el recorrido vespertino del piquete y casi sin parar a respirar, corrí hacia casa para dejar el arcabuz y a recoger a mi mujer y mis hijas con las que quería salir a la procesión.

Como la mas pequeñita de la casa estaba placidamente dormida con su traje de suava puesto, nos pareció un crimen sacarla de su sueño para llevarla a la procesión. Así que se quedo en casa con los abuelos y el resto de la familia nos dirigimos a la Iglesia para tomar parte en la procesión.

Mi hija mayor se empeño en llevar el cirio que habíamos comprado y en hacer el recorrido a pie, pero se ve que el ritmo le parecía lento y estiraba de mi mano con insistencia para que avanzásemos más aprisa. Cuando se cansó de caminar continuó el recorrido en mis brazos siempre atenta a la novedad que para ella suponía el acto. En un momento dado e imitando a uno de mis amigos que acababa de lanzar un Vítol!, la niña espontáneamente exclamó con todo el volumen que le permitió su vocecita un ‘Vítol i Vítol al patró Sant Blai, Vitoool!!’ teniendo lugar uno los momentos  para mí más graciosos y entrañables del acto.

Junto con nosotros otros amigos también participaron de la procesión con sus hijos en estos años en que el participar en el piquete en la procesión queda relegado para nosotros para poder disfrutar de nuestros hijos y familias en dicho acto.

Esperamos la entrada de Sant Blai en la plaza que entró precedido de la habitual liturgia creando una sucesión de actos, no por conocidos menos emocionantes.

El piquete entra abriendo camino. El guión con su escolta precede a los capitanes y alfereces y a los miembros de la junta de fiestas. Entra la Relíquia portada este año por festeros de la filà de Españoletos…y por fin aparece por la esquina recortando su imponente silueta contra l’arc la imagen de nuestro patrón Sant Blai. Lluvia de papelitos, ramillete de fuegos artificiales saliendo desde delante del “Campanar”..mas de mil voces aclamando al patrón. VITOL I VITOL AL PATRO SANT BLAI!!!. Aparición de la imagen del Santo en el castillo…y unos momentos en que yo viendo la carita de mi hija que desde mis brazos no pierde detalle entre contenta asustada y asombrada no puedo evitar acordarme de aquellos familiares que hoy no están y en como hubiesen disfrutado contemplando esta escena.

La comitiva retoma su marcha y nos quedamos con los críos en la plaza. La jornada ha sido larga y pesada para ellos y no podemos esperar a que baje la filà para ir al maset. Así que todos los allí presentes en la misma situación nos marchamos a casa para que los niños descansen después de una tarde tan intensa.

El día grande acaba en casa dando un bañito a las criaturas con la música de fondo de los Moros y los Contrabandistas pasando por delante de casa para ir al Maset.

Día de Moros y Cristians.

Otro día que empieza aprovechando el sueño de mis hijas para darme una ducha y desayunar tranquilamente. Entre levantarme tarde y lo largo del proceso de aseo y vestimenta anteriormente comentado empieza la batalla de arcabucería y comienzan a pasar por casa los primeros disparos.

Hasta ahí todo según lo previsto, pero de repente y mientras me tomaba un tazón de café con leche un estruendo enorme suena en la calle. Ostras!!!, eso no es un arcabuz, ni siquiera un mosquete!!..Cuantas cargas le han metido??.

Me asomo al balcón para descubrir como el responsable del impresionante disparo había sido un cañón plenamente funcional que disparaba bajo el mando de una cuadrilla de Zuavos muy amantes de la pólvora. La verdad es que como idea me pareció estupenda y la puesta en escena muy adecuada para una filà de corte tan militar como es la nuestra. La introducción del cañón amenizó el acto del disparo y reintrodujo un elemento de artillería que en tiempos pasados participaba siempre de la mano de los Españoletos y los Moros Viejos. Aprovecho para animar  desde aquí a las dos filaes que tradicionalmente han hecho uso del cañon a recuperar su uso funcional y felicitar a los Zuavos por atreverse a incorporar la artillería a nuestras filas dando el toque de originalidad y novedad a un acto que en los ultimas años se ve  amenazado por las restricciones legales con el uso de la pólvora.

Detrás de los disparos con la precaución necesaria nos dirigimos a la plaza para ver la embajada. Impecable interpretación de los embajadores y bonitos trajes los elegidos por ambos contendientes para desempeñar su cargo. Muy guerrero el del cristiano y totalmente negro y muy señorial el llevado por el embajador moro, nuestro amigo Fernando Vañó.

Acabada la embajada toda la familia al maset donde los niños campan a sus anchas. Ese día he quedado para comer con mi cuadrilla en el maset así que una vez acompañada a casa la familia, me vuelvo al maset de la filà para compartir mesa con algunos de ellos.

Mi hermano nos acompañará también en la comida ya a pesar de ser de otra comparsa mantiene vínculos de amistad con muchos de mis amigos y desea participar de nuestra compañía.

Menú sabroso pero sin pretensiones y tras una larga tertulia en la que se habla de temas tan dispares como la fiesta la política y la tauromaquia, nos dirigimos a les Coves a alargar la sobremesa y hacer tiempo para contemplar la embajada de la tarde.

Sobre las seis de la tarde dejo a mis compañeros en les Coves para volver a casa a recoger a mi familia. De nuevo nos dirigimos a la plaza para ver la embajada de la tarde que sigue el guión de costumbre.

Mi hija mayor se entretiene repitiendo según entiende las ultimas palabras de cada frase de la embajada  dando lugar a un rato muy cómico. También le llama mucho la atención la vistosidad de traje de contrabandista de su abuelo que la tiene en brazos durante todo el acto.

Presenciamos el entierro de la Mahoma y volvemos al maset donde se representa un sketch humorístico por parte de algunos miembros de la filà y mi hija hace sus primeros pinitos como cabo de escuadra con una especie de sable láser más grande que ella.

Tras acompañar a mi familia a casa y colaborar en el proceso de arreglar y acostar a las dos niñas aún me queda tiempo de salir a la calle para ver la retreta.

Me dirijo al Cancell para reunirme con otros amigos y con mi hermano que han cenado allí y juntos vemos la retreta.

Destacaría la participación de los Zuavos con un tren cargado de miembros de la filà. Los Marinos, sin duda los más originales que participaron con una góndola donde iban más de 160 personas ataviadas de gondoleros y Mosqueteros que fieles a su numerito anual se caracterizaron de las mozas de Gandia Shore con piscina, palmera y versión personalizada del GANGMAN STYLE. Destacar la actuación de uno de nuestros amigos bailaba caracterizado cual Ylenia de vía estrecha en medio de toda la tribu.

Tras el desfile me fui a casa dando por acabada la penúltima jornada de las fiestas.

Día del Sto Cristo.

El día del Santo Cristo amaneció este año con un agradable tiempo soleado que invitaba a la subida a la Ermita. Sin embargo nuevamente mis obligaciones familiares me hicieron desistir de la idea y pasar una mañana de fotos y “paraetes” con mi hija.

Después de un rato en la plaza jugando con la niña  y charlando con unos y otros, la gente comenzó a llenar la plaza para acudir a besar la reliquia de Sant Blai.

Reunidos con mi mujer y mi hija pequeña subimos a la Iglesia donde besamos la reliquia…(bueno más bien besé yo , porque a la cría parecía no hacerle demasiada gracia que un señor desconocido le arrimase a la boca un objeto de metal tan grande…).

Compramos un pin de Sant Blai de recuerdo para que cada una de mis hijas lo luciese en su traje de festera y dimos la vuelta al recorrido de rigor en dirección al Maset de los Zuavos.

Algunos de mis amigos ya habían tenido que regresar a sus puestos de trabajo y otros estaban a punto de hacerlo así que el ambiente estaba algo descafeinado.

Se planteó una comida en el maset a la que solo tres de mis compañeros pudieron asistir. Yo por mi parte me había comprometido a comer en casa para echar una mano y tampoco pude quedarme.

Una vez cumplidas mis obligaciones me acerque al maset para incorporarme a la sobremesa con la sorpresa de que de los tres que habían uno se iba a casa a cambiarse, el otro volvía a Valencia y el tercero tenía que acudir al Te Deum.

Ansioso por tener algo más de fiesta, me dirigí a les Coves esperando encontrar algo del ambiente que había la tarde anterior, pero mi gozo en un pozo….Me tome una tónica más solo que la una y esperé a ver el desfile de les “filaes” camino del monasterio de las monjas  esperando ver a aparecer a alguno de mis amigos.

Nada…finalmente parecía que todos estaban escondidos o habían llegado a su límite, así que visto lo visto opte por irme a casa hasta que el desfile posterior al cambio de bandas pasase por allí.

Tras un rato en casa, el desfile empezó en la punta del puente y bajé a la calle con mi mujer y mi hija para engancharnos al mismo.

En un primer momento ninguno de mis amigos apareció por allí y tentado estuve de no incorporarme al desfile. Finalmente recorridos unos metros empezaron a aparecer algunos amigos y conseguimos completar el mismo.

Destacable la actuación de uno de los hijos de un amigo que con menos de dos años se empeñó (y lo consiguió) en hacer el desfile entero a pie.

A los sones de “El Zuavo” ambos bloques de Zuavos y Zuavas mandados por el capitán y la Alferez 2014 recorrimos las calles principales del pueblo y pusimos punto final a la participación de la filà en las presentes fiestas.

Un ultimo refrigerio en el maset antes de retirarse a casa. Ni me plantee quedarme a ver la Cordà pese a que es un acto que disfruto de ver (no soy tan valiente para salir), ya que empezaba a tener una inusual sensación de cansancio algo extraña que me estaba apagando las ganas de fiesta.

Una vez en casa sentía la urgente necesidad de quitarme el traje y meterme en la cama cuanto antes, cosa rara en mi , que normalmente siempre trato de alargar el momento de acabar la fiesta…¿Habré pillado algo?

No fui testigo de la Cordà como digo pero según me contaron, fue concurrida por mucha gente de fuera que vinieron ex profeso a Bocairent por la peculiaridad del acto.

Día de L’Eixabegó

El diá de L’ Eixabegó no me levante con muy buen tono…una tos persistente había hecho mella en mi y me estaba fastidiando bastante.
Aún así consciente de que había que volver a la normalidad pasé la mañana recogiendo la casa, haciendo las compras necesarias en el supermercado y cumpliendo la promesa hecha a mi hija de llevarla a la feria que había instalada junto al instituto.

Mientras la niña disfrutaba de las atracciones , el aire frío se me clavaba en los oídos y cada vez mi sensación de no encontrarme bien se iba acrecentando.

Como pese a todo no quería quedarme sin ir a la tradicional comida del dia de l’Eixabegó, hice caso omiso a mi malestar y me dirigí al maset de los Zuavos para comer con mis compañeros.

Una vez allí conversamos los pocos que pudimos asistir sobre distintos aspectos de la fiestas, las anécdotas vividas etc y pudimos disfrutar de unas de las cazuelas más sabrosas que yo recuerdo haber comido en la filà.

Recién acabada la comida mi malestar se fue haciendo más evidente y decidí poner punto final a la fiesta 2013 sin darme tiempo a la melancolía o al recorrido en familia de “paraetes”, castillo u otros ítems festeros como otros años.

Como podréis imaginar la intensa temporada de Gripe de este año tuvo en mi a una de sus víctimas y aún hoy casi una semana después sigo aguantando pacientemente alguna de las molestias de tan molesto virus.

Aún así y a pesar del vírico final, estas han sido unas fiestas especiales para mi.

He podido disfrutarlas con mi familia y amigos , agradecer a todos los que las han vivido conmigo la compañía..sin cuadrilla no hay fiesta. Dar las gracias especialmente a mi mujer que ha redoblado su esfuerzo con nuestras hijas para que yo pudiese salir a muchos actos aún a costa de no hacerlo ella y en especial a mis pequeñas hijas que me han proporcionados un sinfín de emotivos momentos que no tienen precio.

Ahora nos queda como siempre por estas fechas recordar las fiestas pasadas y empezar a soñar con las de 2014 que en pocas semanas comenzaran con el primer “panellet”.

VÍTOL AL PATRÓ SANT BLAI!!!
Fuente: Hundidor
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Zuavo Francés 1853 de Sweet Caporal

Zuavo frances 1853 Sweet Caporal

Soldado francés con uniforme de Zuavo de 1853.

El uniforme con zapatos negros, polainas blancas, lo curioso es las gerbas que lleva, ya que parecen más pantorrilleras que gerbas en color rojo. Pantalón bombacho rojo con la chaqueta y chaleco en color azul con los ribetes y tombeau en color rojo. En el cinto se puede ver en el lado izquierdo la bayoneta y en la parte central la cartuchera. En la cabeza lleva fez de color rojo, con turbante verde y borla azul. Lleva la mochila de campaña donde se puede apreciar la manta y porta un fusil de avancarga.

Esta ilustración es una tarjeta que repartía la marca de cigarrillos Kinney Tobacco Company como un inserto de los cigarrillos de la marca Sweet Caporal.


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Los Carlistas entran por las calles de Terrassa



La Colla dels Federins "Trabucaires de Terrassa" ha conmemorado este sábado la entrada de las tropas Carlistas a la ciudad y han investido a Lluís Yuste “Trabucaire de Honor” de este año. El 22 de julio se cumplieron 141 años del asalto a la villa de Terrassa por parte de un grupo de Carlistas en 1872, un acontecimiento que dejó una gran huella en Terrassa. Una gran avenida lo recuerda a toda la ciudadanía.

Aquel día se rechazó un ataque Carlista por sorpresa sobre la villa de Terrassa, con un balance de una decena de muertos y varios heridos. Se han escenificado la llegada de los Carlistas, en tren, a la estación del Nord
 –Estación de la Renfe de Terrassa-, y se ha recreado al Paseo Veintidós de Julio, ante la estación. Después se ha bajado en pasacalle por la calle del Nord y ha habido el primer encuentro del pelotón Carlistas con la milicia ciudadana en la plaza Mossen Jacint Verdaguer, donde había gente tanto conocida como el concejal y portavoz del equipo de gobierno Amadeu Aguado. La comitiva ha pasado por el Camí Fondo y el de Sant Pere, para llegar al Raval y recrear el enfrentamiento ante el edificio del Antiguo Ayuntamiento de Terrassa.

Al atrio del actual Ayuntamiento se ha procedido a la Investidura y entrega del título de ‘Trabucaire de Honor’ 2013, en la figura del diseñador e ilustrador Lluís Yuste de Nin, un reconocido independentista que ha sido apadrinado por dos ilustres personajes de Terrassa cómo son el sociólogo Salvador Cardús y el periodista y escritor Vicenç Villatoro. Yuste ha agradecido la distinción y ha cerrado su parlamento con uno "Viva Cataluña libre". 

Festes de Sant Blai 2012 (o unas fiestas a la fresca...) de Hundidor


Hace ahora exactamente un año que publicaba por ultima vez en este blog.  El avance imparable de las redes sociales han desplazado a los antes activos blogs como  principal fuente de información sobre los acontecimientos en la vida de nuestro pueblo.  Yo mismo he dejado de reflejar en este blog los acontecimientos acaecidos en el ultimo año , algunos de gran repercusión en  mi vida, en parte por falta de tiempo y en parte invadido por la desidia que parece haber afectado a  la mayoría de los bloggers locales.
Sin embargo no he podido resistir el impulso un año mas de retomar este foro abandonado desde hace meses para narrar mis vivencias en el que es sin duda uno de los hitos anuales más significativos en la vida del pueblo, las fiestas en honor a nuestro patrón Sant Blai.

Ha sido la edición de 2012 para recordar en especial por la intensa ola de frío siberiano que ha reinado durante los días de fiesta desafiando la resistencia de público y festeros, que una vez más han sido capaces de cumplir la tradición de festejar a Sant Blai con brillantez pese al rigor del tiempo.
Este año empezaba para mi con la gran ilusión de poder acompañar a mi pequeña hija en sus primeros pasos como festera. Su alta en nuestra filà, el “Terç de Suavos”, durante  la asamblea de “Tots Sants” fue el primero de una serie de inolvidables actos que en estas, sus primeras fiestas, íbamos a poder compartir.
Es por ello que quiero dedicarle a ella esta crónica para que quede escrito con detalle como vivimos la fiesta del año en que por vez primera participó en ella.
Día de les Caixes.
El volteo general de campanas a medio día me sorprendió enfrascado en el trabajo y me hizo darme cuenta que los días que tanto había esperado estaban ya llamando a la puerta.
Las ultimas horas de trabajo antes de comenzar las fiesta pasaron lentamente y cuando ,por fin,  pude cerrar los últimos asuntos pendientes salí a la calle con mi familia para ver la “retreta de les caixes”. Vimos pasar la comitiva y decidimos ver el castillo desde el ventanal de casa ya que el frío empezaba a apretar y queríamos preservar de el a los más pequeños.
Al cabo de un rato ya apretaba el paso dirigiéndome al maset de mi filà para compartir con mi cuadrilla una buena cena a base de chuletas fritas con ajitos y patatas que nos aportó el calor necesario para desfilar por las calles del pueblo tapados con nuestras mantas.
El momento en que vamos reuniéndonos poco a poco los amigos  para empezar a vivir la fiesta se vio este año reforzado por las nuevas tecnologías, ya que uno de nosotros tuvo la genial idea de crear un grupo de WhatsApp en que todos estábamos puntualmente informados de la ubicación y ocurrencias de cada uno de los componentes.
El termómetro empezaba a bajar según lo  previsto lo cual no impidió que pasara  un buen rato en la plaza hablando y acabando de ver el desfile antes de volver a casa casi sin voz.
Día de L’Entrà
Al despertar lo primero que me llamó la atención fue el silencio reinante. Me levanté a oscuras y salí al salón donde me di cuenta que la nieve y la niebla cubría los tejados del pueblo.
¡¡Esta nevando!!...
No pude evitar la sensación de preocupación ya que el panorama no hacia demasiado seguro el que se pudiese llevar a cabo la Entrada.
Mi ilusión desde hacia días era acudir a la entrada de las bandas con mi hija, pero el panorama que se presentaba daba al traste con mis expectativas ya que era demasiado arriesgado sacar a  un bebe en brazos con el suelo helado y en aquellas condiciones.
Desde hacía meses teníamos  contratada junto a un grupo de amigos una carroza para poder salir juntos a la entrada con nuestros hijos , y ahora el tiempo y el frío hacían que tuviésemos la duda razonable de si no sería una barbaridad exponer a las criaturas a un desfile en aquellas condiciones. El sentido común nos decía que debíamos desistir de nuestro plan, pero la ilusión puesta en poder salir con nuestras familias por primera vez a la entrada, hizo que al salir el sol y a pesar del frío, retomásemos nuestra idea original..
La primera vez que te pones el traje es cada año un momento especial para mi. Es un momento que espero con tantas ganas…cuanto ni más este año que venia con el incentivo de vestir por primera vez a mi hija con su pequeño traje de “Suava” que desde hacia meses le veníamos preparando con ilusión.
La comida como todos los años con los amigos de la filà , siendo este año en la estación degustando el típico y clásico menú del establecimiento. Entre risas y buena comida el sol y el frío se adueñaron de la tarde y oímos la carcasa que anunciaba que “L’Entrà” había comenzado un año más.
Tras recoger a mi mujer y mi hija nos reunimos en la calle Valencia con el resto de amigos que iban a compartir la carroza con nosotros y empezamos a disfrutar todos de una experiencia diferente a la de salir desfilando como veníamos haciendo en años anteriores.
Los niños mas mayorcitos lo pasaron bomba y los más pequeños de la carroza, tapados con la manta completamente para evitar que pasaran frío, abrían los ojos como platos ante la locura colectiva de color y música que es la fiesta, completamente nueva para ellos. Siempre he imaginado el orgullo que debe suponer para un padre festero poder sacar a sus hijos consigo, ahora ya se que es una de las experiencias más gratificantes que he  podido tener como festero.
La entrada en general este año no excesivamente larga y vistosa a pesar de la situación económica. Esta claro que cuando no sobra el dinero la gente lo suple con ingenio haciendo que la fiesta mantenga su nivel.
Destacaría por su peculiaridad la participación del centenario D. Juan Bta Molina Luna que quiso celebrar su inminente siglo de vida, vistiendo junto a su familia el traje de Españoleto.
Desde una carroza y acompañado por sus hijos y nietos nos dio una lección de que el espíritu festero no debe apagarse con la edad.
A destacar también todas las capitanías. Me gustaron en especial la de los Granaderos por su originalidad participando en el boato diferentes uniformes de soldadesca española de diversas épocas. La de los Contrabandistas por la bonita carroza  de su capitán y la acertada idea de recuperar las grupas o “aparellaes” tan clásicas de la filà en otros tiempos.
Ya en el bando moro fue especialmente vistosa la capitanía de los Marrocs , en la que amigos y familia de la capitana salieron montando camellos con el traje oficial de la filà.
En lo que si se notó la crisis fue en las carrozas o camiones que salen al final de la entrada ,apenas cuatro o cinco y con poca cantidad y variedad de carga.
Tras la entrada merendamos en el maset y acompañe a mi familia a casa. Acabé de ver el desfile en casa de mi abuela como otros años pero este año sin la compañía de mis amigos que acabaron dispersándose temprano , unos a atender a las necesidades de sus niños y otros a acabar de quemar la jornada en los locales del pueblo.
Día de Sant Blai.
Otro año más sin acudir a la Diana aunque esta vez el motivo no fue el sueño sino el termómetro. Al levantarme y ver los -5º en el termómetro de mi casa decidí que era demasiado intenso el frío como para pasearse por el pueblo a esas horas.
Lo mismo que yo debieron pensar muchos en mi filà porque según me comentaron solo 24 hombres formaron a la salida de la misma, demostrando más valentía las chicas que superaban la cuarentena.
Es curioso como cambian las rutinas cuando hay niños pequeños... Yo que siempre había acudido incondicionalmente a la misa de Sant Blai, tuve que reemplazarla este año por un paseito al sol con el carrito por “les paraetes”.
Tras dejar a mi mujer e hija en casa, ya que los horarios de comidas de un bebé no entienden de fiesta, subí a la placeta de Sant Vicent a reunirme con mis amigos y para mi sorpresa ninguno había estado ni en la diana ni en misa a pesar de no haber trasnochado demasiado la mayoría de ellos. No se si será la edad o el frío pero algo esta cambiando en esta cuadrilla…como dice un buen amigo, ”Ya nos esta haciendo falta una capitanía para ir a todos los actos”.
El preceptivo saludo a las autoridades y un rápido paso por el maset. Los Zuavos no podemos permitirnos entretenernos demasiado ni tan siquiera comiendo el tradicional puchero de Sant Blai, ya que a las cuatro y media hay que estar en el maset de nuevo para formar “El Piquete”.
Divertido el desfile con los amigos que nos llevó en primer lugar a casa de la alférez en la calle Abadía y posteriormente a recorrer el pueblo en el trayecto de ida y vuelta a casa de la capitana en el otro extremo de la población. Las ocurrencias y bromas de los distintos miembros de nuestro grupo amenizaron el trayecto hasta la hora en que empezaba la solemne procesión.
Como queríamos compartir con nuestras familias la procesión, otros dos amigos y yo abandonamos las filas del piquete tras el desfile vespertino para hacer la procesión con el cirio como hacen el resto de filaes. Emotivo para mi poder llevar en brazos a mi hija durante el recorrido. Tanto la abrigamos para que no pasara frío que se durmió plácidamente a pesar del sonido de la banda que interpretaba una bonita marcha procesional  y de los Vítoles de los asistentes.
Una vez mas el frío reinante hizo que la entrada de Sant Blai en la plaza la viese ya y por primera vez desde que yo recuerde, desde el salón de mi casa y por la tele, ya que una vez acabado el recorrido no pudimos esperar con los niños el largo rato que transcurrió hasta  la entrada en la plaza de nuestro patrón.
El día grande finalizó con una cena de todos los amigos ,como es nuestra costumbre, que en esta ocasión celebramos en el maset de los contrabandistas amenizada por un peculiar dúo artístico que montó una pequeña verbena.

Día de Moros i Cristians
Nuevamente amaneció con temperaturas extremadamente bajas que hicieron que no me plantease la asistencia a la diana.
El día de Moros y Cristianos ha sido para nuestra cuadrilla los últimos años un sinónimo de montarnos la fiesta por nuestra cuenta en la que aprovechábamos para probar la cocina de otros masets, como Granaderos, Estudiantes, Marinos y en los últimos años Contrabandistas.
Sin embargo este año tenia el compromiso de atender a un grupo de compañeros de trabajo que se habían desplazado al pueblo para conocer la fiesta aprovechando que era sábado.
Tras esperar un rato que aproveché para ver comenzar la batalla de arcabucería y dar una vuelta por “les paraetes”, recibí la llamada de mis invitados y acudí a recogerlos con la intención de acompañarlos a conocer algunos actos de nuestra fiesta.

La primera experiencia festera que vivieron fue la de verse en medio de la filà de Mosqueters disparando sus mosquetes lo cual les llamó mucho la atención ya que nunca habían  visto el ritual del disparo de un mosquete y la contundencia de su disparo.

Posteriormente acompañe a mis invitados a la plaza al tiempo que les explicaba la estructura de la fiesta y respondía a sus preguntas y comentarios sobre lo peculiar que les resultaba nuestra indumentaria festera.
Nuevamente en la plaza el frío era demoledor y  esto, unido a la demora que hubo desde que la centinela rechazo a los jinetes moros hasta que empezó el parlamento propiamente dicho, hizo que mis compañeros se refugiasen en les Coves para entrar en calor. Salvo dos niñas pequeñas, hijas de uno de mis invitados, que hechizadas por el colorido del acto de la embajada aguantaron junto a mi en primera fila el acto completo de la embajada. Las niñas encantadas con el traje de “princesa” de la capitana de los Españoletos se interesaban sobre como podían vestirse igual y les preocupaba que la discusión entre ambos embajadores fuese real. Tuve que asegurarles varias veces que eran amigos y que la pelea era de broma para que se quedasen conformes.
Finalizado el acto me desplace con mis compañeros de trabajo al maset de los Zuavos donde comimos juntos y se empaparon del ambiente festero y de la filà.

Allí pudieron conocer mejor alguna de nuestras costumbres y productos como el herbero que acabó siendo el triunfador de la reunión.
Mi cuadrilla de la filà también comieron en el maset y de vez en cuando me pinchaban con la broma de que estaba “exiliado” o “pringado” atendiendo a mis compañeros en vez de estar de fiesta con ellos en su mesa.
Tras una larga sobremesa acompañe a mis invitados a visitar parte del barrio medieval que les dejo gratamente sorprendidos pues no habían podido visitarlo en una anterior visita al pueblo y les gustó mucho.
Ya era hora de la embajada del cristiano, así que toda la comitiva nos desplazamos a la plaza a verla. Nuevamente los detalles como el entierro de la Mahoma, llamaron la atención y la curiosidad de los  forasteros.
Las niñas antes de irse querían saludar al embajador Moro a lo que este se brindó amablemente.

Después de acompañar a mis invitados a que conociesen el maset de los Contrabandistas donde un amigo se ofreció cortesmente a enseñarles todas las nuevas instalaciones, me despedí de ellos con la grata sensación de que realmente habían disfrutado de la estancia en Bocairent.
Una vez cumplidas mis obligaciones de “anfitrión” corrí al maset a reunirme con mi cuadrilla a la que había tenido abandonada todo el día.
Por lo que me contaron también fue un día intenso para ellos ya que algunos de mis amigos no se quedaron ni a cenar.
Con unos cuantos que aun resistían disfrute en el maset de una sabrosa cena.
Al salir a la calle la retreta aun estaba comenzando y el intenso frío no parecía que fuese a ceder, así que agotado decidí irme a casa y ver lo que pudiese desde allí.

Este año algo más floja aún que otros años al no haber el incentivo de la embajada de la risa o del contrabando al finalizar la misma. Mencionaría el simulacro Sanferminero de los Marrocs, y la participación masiva de Marinos vestidos de Wally  aprovechando el jersey rayado de su traje. Este año otros grupos clásicos de la retreta se tomaron un respiro con actuaciones menos elaboradas que las que acostumbran. Participaron también algunos vehículos mas o menos tuneados con los colores o escudos de algunas comparsas como un Marino–móvil o una vespa suava.
Día del Santo Cristo
La mañana empezó nuevamente con el termómetro por los suelos y pese a disponer del vehículo de un compañero de cuadrilla decidí no subir a la ermita para acompañar mas tarde a mi mujer e hija a besar la reliquia.
Al salir de casa en dirección a la plaza empezaron a caer finos copos de nieve que al cabo de media hora empezaron a arreciar organizándose una considerable nevada.

Subimos a la carrera a la iglesia con el carrito de bebe incluido. Esperamos un buen rato a que el banderín de los Zuavos llegase al templo para besar la reliquia, pero visto que no llegaba y que cada vez nevaba con más fuerza nos camuflamos entre los festeros de la filà de Granaderos que ya estaban en la iglesia y tras besar la reliquia volvimos “pitando” a casa mientras la nieve se amontonaba sobre nuestras boinas, mantas y cubría de blanco el plástico-burbuja que protegía a nuestra hija dentro de su cochecito.
Mucha gente residente fuera del pueblo que estaban aquí por las fiestas, al ser laboral para muchos al día siguiente y ver la que se podía montar, optaron por salir a toda prisa de Bocairent antes de que la nieve pudiese bloquear la carretera y hubo un momento en que por el puente circulaban decenas de coche continuamente que se iban. Mi hermano y algunos amigos y conocidos finalizaron abruptamente su estancia unas horas antes de lo previsto por miedo a que la nevada les impidiese reincorporarse a sus puestos de trabajo al día siguiente.
Durante la comida siguió nevando cubriendo de blanco el pueblo aunque después de un rato paró de caer la nieve permitiendo retomar la fiesta normalmente.

Unos cuantos de la cuadrilla comimos un suculento caldero de arroz con bogavante en el maset que nos reconfortó del frío soportado.
Después de la comida despedimos a algún amigo más que finalizaba su participación  y nos dirigimos al Te Deum a dar las gracias por las fiestas transcurridas sin más problemas que el intenso pero finalmente soportable frío.
El tiempo volvía a estar revuelto y el cielo gris. La amenaza de heladas o nuevas precipitaciones hicieron tomar a la junta la decisión de suspender la "cordà" prevista para la noche trasladándola al próximo sábado.
El cambio de bandas sirvió como ritual para proclamar a nuestros capitana y alférez para las fiestas  del 2013 y el paseo posterior se hizo en un ambiente festivo en el que a alguno le cayó algún bolazo de nieve.
El desfile final de las fiestas de este año nos llevó una vez más del puente a la plaza con una considerable afluencia de publico. Desfilamos en dos bloques uno femenino con la capitana al mando y uno de hombres comandado por el nuevo alférez .
Finalizado el acto que permite al pueblo conocer a los nuevos cargos que protagonizarán la fiesta en el próximo año, nos encaminamos de nuevo a nuestro maset donde disfrutamos de las ultimas piezas de los músicos de nuestra banda que ,volvían a casa, tras recibir el aplauso de la filà entera al interpretar como colofón a su participación nuestra pieza más representativa,“El Zuavo”.
La anulación de la cordà y el cansancio acumulado restaba aliciente al hecho de volver a cenar en el maset y provocó que la gente se fuese en gran número a casa dando por finalizado el día y prácticamente la fiesta.
Día de L’Eixabegó
Día de nostalgia , de transición entre la fantasía festera y la cotidianidad, día de descanso y a la vez de preparación mental para volver al trabajo, para volver a vestir de paisano durante casi un año más.
Mañana dedicada a devolver a la casa su aspecto habitual, a guardar los trajes, en definitiva a devolver a su estado de letargo todos los elementos de la fiesta que han sido los protagonistas de los últimos días.
Hacemos una visita al supermercado como muestra de que hay que volver a la rutina. Preparo algunos temas del trabajo que deberé atender de inmediato al día siguiente.
A la hora de comer, el ultimo acto festero para la cuadrilla ya muy mermada por la ausencia de los que ya han tenido que volver a sus trabajos . Comemos la tradicional “Cassola al Forn” y charlamos animadamente sobre la fiesta que ya acaba.

Este año queda el aliciente de volver a reunirnos a cenar una vez mas en la cena del Sargento el próximo sábado con la excusa de asistir a la cordà que se tendría que haber celebrado la noche anterior.
-¿Vendréis a cenar el sábado?,
-¿Salimos a la cordà?
-¡¡Recordad que el domingo es la reunión de Altas y bajas!!...Me han dicho que fulano se borra…
-Y a mi que aquel se quiere apuntar
Poco a poco la conversación decae y por fin nos levantamos de la mesa para irnos cada uno a su casa.
Vuelvo a casa alargando inconscientemente el trayecto para apurar los últimos instantes de esta fiesta de 2012
Un año más con esta crónica he tratado de reflejar las experiencias vividas en estas fiestas y quiero que sirva para agradecer a mi familia y amigos el haber compartido conmigo estos momentos. Quiero rogar a Sant Blai que todos podamos seguir celebrando juntos muchos años nuestras fiestas de Moros y Cristianos con la misma ilusión intensidad que las pasadas .
Ahora esperemos con ilusión las de 2013 que ya están  a la vuelta de la esquina.
¡¡VITOL AL PATRÓ SANT BLAI!!
Fuente: Hundidor
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Conmemoración de los acontecimientos del 22 de julio de 1872.


La Colla de los Federins "Trabucaires de Terrassa" prepara para el próximo sábado 20 de julio una gran fiesta en Terrassa en conmemoración de los actos del 22 de julio: "¿Cómo se puede hacer con tanta calor la Guerra Carlista?" . En el transcurso de la misma se procederá a la Investidura del Trabucaire de Honor de este año. El 22 de julio se cumplen 141 años del asalto a la villa de Terrassa por parte de un grupo de carlistas, en 1872, un evento que dejó una gran huella en Terrassa.

Ese día se rechazó un ataque carlista por sorpresa sobre la villa de Terrassa, con un balance de una decena de muertos y varios heridos

Recreación del asalto:

- Escenificación de la llegada de los Carlistas, en tren, en la estación del Norte-Estación de Renfe de Terrassa-, y recreación en el Paseo Veintidós dos de Julio, frente a la estación. Sobre las 18:30h.
- Pasacalle por la calle del Nord.
- Primer encuentro del pelotón carlista con la milicia ciudadana en la Plaza Mossèn Jacint Verdaguer. Sobre las 18:40h.
- Pasacalle por el Camí Fondo.
- Segundo encuentro entre los dos pelotones en la Placeta de Saragossa. Sobre las 18:50h.
- Pasacalle por la calle de San Pere.
- Encuentro final y recreación del enfrentamiento ante el edificio del Antiguo Ayuntamiento de Terrassa. Sobre las 19:15h.

Nombramiento del 'Trabucaire de Honor' de Terrassa 2013. Sobre las 19:45h.

En el atrio del actual Ayuntamiento se procederá a la Investidura y entrega del título de 'Trabucaire de Honor' 2013, en la figura del diseñador e ilustrador Lluís Juste de Nin.

Pasacalle en recuerdo de los terrasenses abatidos en la defensa de la Ciudad

Pasacalle cívico de grupos de cultura popular por: Carrer Fontvella, Passeig, Plaça dels Drets Humans, Carrer Igualtat, Passeig Joan Miró
Acto ante el Monolito y Salvas de Honor.
Cena de hermandad en el Passeig de Joan Miró. Organizado por gentileza de la Asociación de Veïns Barri Universitari Cementiri Vell

El jueves 18 de julio se hará la presentación del libro: "La guerra dels besavis" (La guerra de los bisabuelos), en el Ateneo terrassense, con la participación del autor, el Trabucaire de Honor Lluís Juste de Nin. Esta novela es una historia de amor y de guerra basada en la Primera Guerra Carlista.

Uniforme de 2 Zuavos Franceses


Dos Zuavos del ejército francés vestidos con su uniforme

Publicado en 1855
Autor: Roger Fenton.


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