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El chaleco del uniforme de Zuavo Carlista.

Vista frotal chaleco uniforme Zuavo Carlista
Vista frotal chaleco uniforme Zuavo Carlista
Pasamos a detallar pieza por pieza todos los componentes del uniforme de tropa de los Zuavos Carlistas.

Para la realización de este uniforme han hecho falta muchas horas de investigación, ya que se dispone de muy poca documentación sobre este tipo de uniforme. El proyecto consistía en confeccionar el uniforme lo más fiel posible y reproducirlo tal cual se hizo en el siglo XIX, con la salvedad de que los materiales actuales sean los más parecidos a los de la época.

El material principal utilizado es la tela con que está confeccionado, ya que se trata de un paño de lana, pero lo más complicado en este tipo de uniformes era encontrar el color más parecido, y este es el más aproximado y bastante fiel al utilizado por aquel entonces. El color es un azul plomizo, y este se utiliza en todas la piezas del uniforme, tanto en el chaleco, chaqueta y el pantalón, y no como aparece en la mayoría de reproducciones gráficas con diferencias de color.  Otra de las pautas en este proyecto, era que tenía que ser totalmente funcional, y con ello me refiero a que todos los bolsillos, botones, etc, no fueran simulados, sino que fueran operativos. En todo el trabajo de confección se ha seguido los mismos métodos que se emplearon por aquel entonces, hay mucho trabajo a mano que las maquinas no pueden hacer, y tienen que ser puntadas hechas a mano. Gracias a los patrones obtenidos y a los uniformes de la época de que dispone Zuavos del Mundo, se ha podido reproducir con la máxima exactitud, ya que sin ellos, y con tan solo fotografías y pinturas de la época no habría sido posible.

Empezamos por el chaleco, esta prenda de vestir sin mangas y que cubre el tronco que se lleva encima de una camisa y debajo de la chaqueta, su principal función era la protección del frío, y aportar mayor movilidad al torso, ya que la chaqueta solía ser más holgada. Aunque parece una pieza menor, esta tiene su particularidad, y es que no esta abierto por la parte central, sino que se abotona por el lateral y por el hombro. Este tipo de chalecos eran utilizado por muchos uniformes militares del siglo XIX. El motivo, es que el abotonado central, en la vida de un soldado con ciertos movimientos los botones se podrían descoser dejando abierto el chaleco, con la abotonadura lateral estos están mucho más protegidos.

Encontramos en este tipo de chalecos, como el que hemos reproducido, con botones en la parte central, pero estos son meramente decorativos y no funcionales. En la mayoría de los chalecos, sobre todos los de la tropa, no solían tener estos botones, dependía de las ordenes de vestimenta del regimiento o compañías correspondientes.

Vista lateral botones chaleco uniforme Zuavo Carlista
Vista lateral botones chaleco uniforme Zuavo Carlista


Otro de los detalles, son los dos bolsillos, uno a cada lado, que se utilizaban para guardar pequeños objetos, estos no tenían solapa para que el acceso fuera más ágil. 

Detalle bolsillo chaleco uniforme Zuavo Carlista
Detalle bolsillo chaleco uniforme Zuavo Carlista
En la parte posterior solía estar forrado de un tejido más liviano, para mejorar la transpirabilidad y ser muchos más cómodo. Ya que todo el chaleco con el mismo de tejido de paño de lana, hace que el torso quede más rígido, y tambien por economía, ya que estos tejido eran más baratos y eso se notaba en el gasto total del uniforme. Este forro también estaba en el interior del chaleco.
Vista trasera forro chaleco uniforme Zuavo Carlista
Vista trasera forro chaleco uniforme Zuavo Carlista

Con elementos decorativos, tenía un ribete en color rojo, uno alrededor del cuello y otro en la parte central, sirviendo de base para los botones semicirculares dorados decorativos. El número de botones era numeroso, estaba entre las 34 y 36 unidades aproximadamente.

Detalle colocación botones chaleco uniforme Zuavo Carlista
Detalle colocación botones chaleco uniforme Zuavo Carlista

La hebilla trasera ajustable que podemos ver en los chalecos actuales, no formaban parte de estos chalecos, ya que se ajuste se hacía por el lateral y no tenían que estar muy ceñidos al tronco mermando comodidad de la prenda.

Podéis ver el articulo completo sobre  El uniforme de Zuavo Carlista.

Aquí puedes ver la descripción completa de:

 La chaqueta del uniforme de Zuavo Carlista.
 El pantalón del uniforme de Zuavo Carlista. 

Las polainas del uniforme de Zuavo Carlista

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August Wils, Zuavo Carlista por José Ramón Almeida

August Wils, Zuavo Carlista por José Ramón Almeida
Recreación del momento en el que August Wils, acompañado del sargento de zuavos, el belga Hippolyte Verhaert, cruza la frontera con la bandera. Esta ya nunca retornaría a España. 
(Ilustración José Ramón Almeida)
Una ilustración realizada por José Ramón Almeida del August Wils que amplia la documentación gráfica de los Zuavos Carlistas. Está incluida en el libro de Wils y el Batallón de Zuavos Carlistas de Agustín Pacheco y Javier Suarez de Vega. 
De las notas del autor, nos comenta lo siguiente:
"Javier Suárez de Vega, amigo, escritor e infatigable investigador histórico me pidió hace tiempo una ilustración para un ensayo que estaba escribiendo en colaboración con Agustín Pacheco Fernández, autor igualmente apasionado por la historia militar. Durante más de dos años han estado ambos enredados en los procelosos avatares de este cuerpo de élite y sus a veces desconocidos comandantes. El resultado es una magna obra de más de 600 páginas repleta de fotografías de la época y de documentos, algunos de ellos inéditos, amén de un apabullante aparato crítico.
Mi contribución a este ensayo apasionante sobre nuestro turbulento siglo XIX se reduce a este dibujo en el que el protagonista que da título a la obra, Wils, cruza la frontera con Francia portando la bandera carlista.
Ha sido todo un honor colaborar en la edición de un libro cuya portada se debe nada menos que a Augusto Ferrer-Dalmau."


HistoCast - EstíoCast 47 – Zuavos

HistoCast es un podcast de Historia que a modo de tertulia entre amigos pretende pasar un buen rato contando sucesos históricos y actualidad geopolítica. Es una tertulia distendida sobre Historia sin la menor intención de sentar cátedra o pavonearse de erudición, para eso hay instituciones de gran solera. Buscamos pasar un buen rato hablando de Historia entre amigos, como tantas veces hemos hecho, y si de paso divulgamos mejor que mejor. Siempre hemos creído que la mejor historia es La Historia.

La versión de EstíoCast se refieren a los podcast realizados en época veraniega, y el pasado 19 de agosto trataron el tema sobre los zuavos. Estos suelen ser de menor duración que los habituales, pero esto no le quita calidad a los contenidos.
De hecho es nuestra opinión es un buen resumen de la existencia de los Zuavos desde su creación en  octubre de 1830 hasta su desaparición dentro del Ejército Francés en marzo de 2006.

Hace un recorrido, como es lógico, con las diferentes unidades creadas en el Ejército Francés en los diferentes conflictos donde participaron, tambien mencionan a los Zuavos Bahianos de Brasil dentro de la Guerra de la Triple Alianza, los diferentes regimientos y compañías creados durante la Guerra Civil Americana tanto en el bando federal como confererado, los Zuavos Pontificios, y aquí en España los creados en 1869 los Zuavos de la Libertad y los Zuavos Carlistas creados por el Infante D. Alfonso Carlos, una mención a los Zuavos Peruanos, de Chile y a los Voluntarios del Oeste.
También destacamos la mención que hacen en la actualidad de los Zuavos, como los Zuavos Carlistas y los Zuavos de Bocairent, refiriendose claro está a la Colla de Federins de Terrassa y a la Filà Terç de Suavos de Bocairent.

Una síntesis muy completa y documentada, que se narra de forma amena con datos interesantes y que deja abierto a profundizar en posteriores podcast centrándose en ciertos cuerpos, y que desde aquí animamos a ello, ya que existe muy poco, y en audio creemos que es casi el único que trata a este cuerpo de Zuavos que tuvo una gran importancia en el siglo XIX, donde era toda una institución, ya que lo demuestra en los más de 10 países donde se formaron.
Un par de apuntes, y es que no se mencionan a los Zuavos de Calabria, los llamados Zuavis Calabresi que lucharon con Giuseppe Garibaldi y los Zuavos Turcos y también los números grupos de recreación que existen en la actualidad, ya que como ha nombrado a los de Terrassa y Bocairent, existen otros muchos, sobre todo en Estados Unidos de America, pero en otros muchos países como Francia, Bélgica, Italia, México, Australia, Polonia, etc.
Agradecer a Carlos Cantó por la información.

Podéis escucharlos en:

Estío Cast 47 Zuavos
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Creación del Batallón de Zuavos Carlistas.

Batallón de Zuavos Carlistas
En  Ribas –Gerona-,  don  Alfonso  Carlos  decidió  formar  una  Compañía  de  Zuavos, 
objetivo  que  desde  hacía  mucho  tiempo  llevaba  en  mente.  Recordemos  que  él  mismo había servido en este regimiento cuando defendió el Vaticano, en aquella Puerta Pía de desagradable  recuerdo.  Para  él,  los  zuavos  eran  fundamentales  en  su  esquema  militar, por su disciplina y tenacidad.
Para  ello,  echó  mano  de  aquellos  españoles  con  los  que  había  compartido instrucción militar  en  Roma  y,  como  comandante  interino  colocó  al  frente  del  grupo,  al  heroico teniente  coronel  don  Jerónimo  Calcerán.  A  su  lado,  como  ayudantes,  a sus  dos  primos Alberto y Francisco.
Este gran jefe de zuavos moriría pronto –en la toma de Ripoll- aunque su influencia en 
la organización del batallón quedaría siempre patente. 
Curioso  fue,  sin  duda,  el  papel  que  la Compañía  de  Zuavos llevaría  a  cabo  en  esta tercera  guerra  carlista  y,  sorprendente  también,  el  empeño  del  propio  infante  por  dar vida a uno de los cuerpos de infantería más exclusivos de aquellos tiempos.
La compañía de Guías del Infante era su guardia personal, aquella en la que estaban los 
soldados  más  fieles;  sin  embargo,  la  compañía  de  zuavos  fue  la  más  decidida  en  los momentos   claves   del   conflicto.   Hasta   tal   punto,   esta   Compañía   llegaría   a   ser fundamental  en  el  transcurso  de  la  guerra  que,  doña  Blanca,  sería  su  fiel  defensora  en todos  y  cada  uno  de  los  momentos  en  que  tuvieron  que  actuar,  incluso  en  aquella ocasión posterior en el que se les acusaría de cobardes después de la retirada de Gerona.
Ella,  se  sentirá  orgullosa  de  formar  parte  de  este  grupo  especial  en  sus  valientes 
acciones,  destacando  aquella  entrada  en  la  ciudad  de  Cuenca,  una  vez conquistada –acción  de  la  que  hablaremos  más  adelante-.  Tanto  los  Guías  del  Infante  como  la Compañía  de  Zuavos,  recibían  sus  sueldos  de  la  propia intendencia  personal  de  don Alfonso,  sostenida  por  los  dineros  que  su  hermano  Carlos  le  enviaba –cada  vez  más  a cuenta gotas- y, de la aportación personal de su esposa doña María de las Nieves.
Recordemos que la guerra se financiaba, en gran parte, con haciendas particulares, bien 
de la familia del pretendiente, como de otras familias europeas de corte absolutista. En 
muchas  ocasiones,  los  compromisos  matrimoniales  de  la  familia  Borbón,  venían 
condicionados  por  las  dotaciones  que  aportaban  las  familias  compromisorias.  Don 
Carlos VII recibió gran cantidad de dinero de la dote de su esposa doña Margarita, así 
como de las cortes de Baviera, Módena y Leichesthein. La escasez en la llegada de estas 
partidas  económicas,  así  como  el  desgaste  que la  larga  guerra  generó,  fueron  dos 
razones  fundamentales  por  las  que,  las  partidas  y  los  ejércitos  carlistas,  utilizaban  la requisa de dinero o la exigencia del pago de contribuciones en aquellos ayuntamientos 
afines o en aquellas localidades conquistadas.
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Vestían con uniforme gris azulado que se inspiraba bastante en ciertos aires orientales. 
Pantalones  bombachos  e  inflados  hasta  la  altura  de  la  rodilla,  polainas  y  faja  roja 
apretada a la cintura. Los oficiales se distinguían gracias a un color algo más claro, entre 
gris  y  azul  claro,  y  por  la  boina  blanca,  la  roja  estaba  reservada  a  los  generales  Carlos VII,  a  su  hermano  Alfonso  Carlos  y  a  su  mujer  María  de  las  Nieves,  aunque  ésta utilizase  en  muchos  momentos,  la  blanca  como  identificación  con  su  compañía  de zuavos a los que adoraba.
Su  divisa  era  también  “Dios,  Patria  y  Rey”  y  sus  emblemas  guerreros, -de  los  que 
hablaremos  más  adelante  al  referirnos  a  su  bautizo-,  la  Inmaculada  y  el  Sagrado Corazón, con la premisa “detente-bala” grabado en el pecho, cerca del corazón.
Creían  y  estaban  convencidos  de  que “un  lugar  sagrado  en  nuestras  casas  abre  una puerta al cielo, y el cielo penetra.”
Desde marzo hasta julio, el enfrentamiento constante entre las tropas liberales y carlistas puso a prueba la valentíay decisión de esta compañía donde don Alberto de Borbón se 
encontraba. Por eso, el 1 de julio de 1873, don Alfonso decidió subir a Suria para que en 
su  iglesia  mayor  fuera  bendecida  junto  a  su  bandera,  bordada  por  unas  monjitas  de Vich, según el modelo que el propio infante les había aportado. 
La celebración se inició en la plaza frente a la iglesia de Suria, con un bonito desfile de 
las  tropas  allí  congregadas.  Estaban  concentrados  unos  doscientos  soldados  bien 
uniformados, dispuestos a realizar un bello acto militar. Después, se accedió al interior 
del templo, amplio y elegante. Una nave central que habían engalanado con varias telas 
alargadas que colgaban de unos soportes en las naves laterales, con el fin de hacerlo más vistoso.
Al fondo, el altar mayor. De un lado, estaba en el centro, el Corazón de Jesús, a derecha 
e izquierda, las armas de Pío IX y las de España y la inscripción: “Ejército Real. Zuavos 
Carlistas”. Al otro lado de la bandera, se veía la imagen de la Purísima Concepción con 
la inscripción: “Dios, Patria y Rey”.
Acabado  el  acto  de  entrega,  don  Alfonso  dirigió  unas  bonitas  y  breves  palabras  a  sus correligionarios  y  algunos  vecinos  de  la  localidad,  allí  presentes.  Con  sus alocuciones, arengaba al patriotismo y sobre todo al valor que esereciente Batallón de Zuavos debía de tener como emblema, aludiendo a sus años como zuavo pontificio.
Doña   María   de   las   Nieves, -la   popular   doña   Blanca   para   el   ejército-,   estaba 
emocionada.  Cada  acto  castrense  le  generaba  unas  sensaciones  especiales  e  intensas  y sus  ojos  brillaban  con  efecto  diferente.  Era  una  mujer  que  vivía  con  mucho  fervor  la Causa carlista, enamorada de su esposo y convencida de los derechos dinásticos.
Ella   estaba   convencida   de   que   “la   libertad   es   sentir   lo   que   el   corazón   desea, independientemente   de   la   opinión   de   los   otros.   El   amor   libera”   y   ella   estaba profundamente enamorada.
A  partir  de  ese  momento,  el  Batallón  de  Zuavos  se  iba  a  distinguir  en  cada  una  de  las múltiples  acciones  que  les  tocaría  intervenir.  Don  Alfonso,  convencido  de
su  lealtad  y su  disciplina,  siempre  les  destinó  a  aquellos  enfrentamientos  o  conquistas  de  mayor dificultad, así como el convencimiento de que serían parte fundamental de su desarrollo como comandante de las tropas en Cataluña y el Centro.

En  octubre  de 1873,  los  Zuavos  eran  ya  unos  doscientos  sesenta  hombres,  bien 
uniformados  y  bien  instruidos  en  las  armas.  Su  jefe  era,  en  aquellos  momentos,  el 
comandante Giner, mientras el primo del infante, Alberto de Borbón era el encargado de 
la Escolta de don Alfonso. A finales de aquel mes, nombró Alfonso un nuevo oficial de 
Zuavos,  concediendo  el  diploma  de  alférez  de  este  batallón  al  barón  austriaco  don  Pío de  Lazarini,  que  había  sido  sargento  de  los  Zuavos  Pontificios,  consiguiendo  con  ello, disponer de un gran instructor para experimentar a la tropa.
Por  aquellos  años,  solamente  este  oficial  austriaco  y  el  teniente  Murray,  de  origen 
canadiense, eran los únicos jefes extranjeros de que disponían. Sin embargo, como tropa 
había en este batallón un buen número de holandeses, un belga, varios portugueses y un 
alemán. Don Alfonso cuidaba mucho la oficialidad de aquel batallón, consciente como 
era de la importancia y el ejemplo que representaban para todas las fuerzas carlistas.

Fuente: El Saco de Cuenca. Boinas rojas bajo Mangana. Autor: Miguel Romero Saiz.
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Zoutube: Presentación del libro "Wils y el batallón de zuavos carlistas. Guerra en Cataluña, 1869-1873"


Presentación del libro "WIls y el batallón de zuavos carlistas. Guerra en Cataluña, 1569-1873"

El 22 de mayo de 2019, ha tenido lugar en el Salón de Actos del Instituto de Historia y Cultura Militar, la presentación de "Wils y el batallón de zuavos carlistas. Guerra en Cataluña, 1869-1873", obra de Agustín Pacheco Fernández y Francisco Javier Suárez de Vega, que ha sido galardonada con el Premio Internacional de Historia del Carlismo Luis Hernando Larramendi en su XV Edición.

Autor: Fundación Ignacio Larramendi. Proyectos.


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Acción de Gandesa

Zuavos Carlistas. Acción de Gandesa. Tercera Guerra Carlista.
Litografía en color que reproduce el hecho bélico en Gandesa  (Tarragona) el 4 de junio de 1874 durante la Tercera Guerra Carlista (1869-1876), el título de la obra es “Acción de Gandesa.- Carga de caballería dada a los zuavos de don Alfonso”. Esta ilustración de Juan de Alaminos pertenece a la obra de Antonio Pirala en “Historia Contemporánea. Segunda parte de la Guerra Civil. Anales desde 1843 hasta el fallecimiento de Don Alfonso XII”, publicado en Madrid por Felipe González Rojas entre los años 1893 y 1895, en tres volúmenes, siendo esta la que esta en el tercer volumen. El material es papel con un tamaño de 19 x 27,5 cm.


Colección Archivum Zouavum.

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Breve crónica de la presentación en Valencia del libro “Wils y el Batallón de Zuavos Carlistas”

El 18 de junio se celebró, en el estupendo marco del palacio de Colomina, la presentación en Valencia del libro que había ganado la XV Edición del Premio Internacional de Historia del Carlismo Luis Hernando de Larramendi, obra de Agustín Pacheco Fernández y Francisco Javier Suárez de la Vega.

El acto estuvo presidido por Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la ACdP y Gran Canciller de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, y en él participaron, además de los autores, Luis Hernando de Larramendi, como Presidente de la Fundación que había otorgado el premio.

El libro es de bella factura en la forma, com portada realizada exprofeso por la paleta del insigne Augusto Ferrer Dalmau, editado en papel de calidad, con más de 500 páginas, e innumerables fotografías, reproducciones de grabados, documentos y planos.

En la presentación estuvo también presente Ignacio Silvestre, gran conocedor del mundo de los Zuavos, miembro de la Filà del Terçs de Zuavos de Bocairente, y alimentador infatigable del blog https_//zuaus.blogspot.com

El libro está dividido en dos parte, una más histórica que contextualiza el entorno bélico y político de la España en la que se crea el batallón de Zuavos carlistas por Alfonso Carlos de Borbón, antiguo zuavo pontificio, con sus compañeros de armas de Roma, y por otro el seguimiento de las pericias de la aventurera vida de Ignace Wils y su hermano August; recorre tanto la vida previa al batallón de Zuavos carlistas hasta su muerte Igualada en el caso de Ignace, así como también la posterior vida para August, haciendo recorrido por el eco igualmente que tuvo en la prensa de todo el mundo aquel conflicto y la presencia en él de los Zuavos carlistas.

El acto fue abierto por don Alfonso Bullón de Mendoza, miembro del jurado que otorgó el premio, y a su vez premiado en la III edición del mismo, que ponderó la labor de promoción de estudios sobre la Historia del Carlismo que realiza la Fundación Ignacio Larramendi y las bondades del libro que por unanimidad había sido galardonado por el jurado del la XV Edición del Premio Internacional de Historia del Carlismo “Luis Hernando de Larramendi”.

Intervino luego el presidente de la fundación Ignacio Larramendi para mostrar su orgullo por la labor que realiza la Fundación siguiendo las directrices que marcara su padre y fundador, don Ignacio Hernando de Larramendi, presidente de lo que fue el Sistema MAPFRE, que él creó a partir de una pequeña mutualidad en quiebra, y la especifica alegría que todo el trámite de realización de este libro le ha producido, por el continuo contacto con los autores, en los que había observado una pasión y entrega difícilmente comparable a la que suele existir en casos similares.

Don Agustín Pacheco informó a los presentes con palabras sentidas de la génesis del libro, de cómo los dos autores, de mundos completamente distintos se habían conocido, cuando Javier Suárez de la Vega acudió, como investigador que es, a la sala de investigadores del Archivo General Militar de Madrid del Instituto de Historia y Cultura Militar, en la que presta su servicio el Comandante Agustín Pacheco Fernández a quien cautivó con sus hallazgos sobre Wils, picando la curiosidad de aquel y estableciendo una relación epistolar y personal que les llevo a presentar su proyecto al Premio Internacional de Historia del Carlismo Luis Hernando de Larramendi; continuando con algunas referencias a la parte del libro que él ha preparado, que con rigor y amenidad, desmenuza los avatares de la Tercera Guerra carlistas y sus prolegómenos.

Don Javier Suárez de la Vega, con verbo fluido, sin duda eco de su pluma ágil, relató en el acto de presentación las divertidas circunstancias a lo largo del proceso de elaboración del libro le habían animado para indagar más en la historia de los Wils, como haber conocido a las nietas de su hermanos August, o comprobando la vigencia todavía en Holanda de la memoria de Ignace Wils, y el sinfín de referencias que en el curso de la investigación pudo ir obteniendo en diversas partes del mundo, fomentando ello la ilusión con que el comandante Agustín Pacheco y él mismo concluyeron el empeño de terminar el libro.

Tras ellos se abrió el turno de preguntas, con interesantes aportaciones, entre las que resaltaba la referencia que había hecho Javier Suárez de la Vega a un príncipe musulmán convertido en Palestina al catolicismo y miembro de los Zuavos pontificios primero y a los Zuavo carlistas después, que murió bajo la insignia de la Cruz en España.


Tras ello, y mientras los autores firmaban todos los ejemplares que existían para presentación, que resultaron pocos, una copa de vino español permitía a los asistentes, entre los que se encontraban no pocos miembros de los ambientes carlistas, de la Comunión Tradicionalista, comentar las gloriosas y lejanas hazañas de aquellos Zuavos carlistas y de su príncipe, don Alfonso Carlos de Borbón y Austria-Este.

Donde comprar el libro “Wils y el Batallón de Zuavos Carlista”

Muchos de nos habéis escrito acerca donde poder adquirir el libro de Wils y el Batallón de Zuavos Carlista Guerra en Cataluña 1869-1873.

En primer lugar recomendamos vuestra librería de confianza, es una manera de apoyar a estos héroes en la situación actual. 

En el caso de no encontrarlo nuestra siguiente recomendación es acudir a la editorial GALLAND BOOKS es una editorial especializada en libros y revistas de temática histórico-militar que nace en 2007 con el firme compromiso de ofrecer un producto de calidad contrastada, tanto en los contenidos como en su plasmación física en el papel.

Podemos afirmar que sigue en esta línea de un libro de calidad, por el tipo de papel utilizado, las fotografías, las ilustraciones, planos, etc. Es un libro que aguanta perfectamente sus numerosas consultas.

Lo podéis encontrar aquí: GALLAND BOOKS

Hay otras plataformas, pero que mejor que pedirlo a quien se ha arriesgado a publicar un libro con esta y otras temáticas militares tan escasas.


En el apartado de contacto, podéis escribirles si envían a otros países, lo desconocemos pero seguro que os sacarán de dudas.
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Museo Carlista de Madrid. Colección J. Urcelay

El Museo Carlista de Madrid pretende ser un lugar de referencia para el Carlismo madrileño. No sólo como Museo , sino también como centro promotor de iniciativas destinadas a estudiar,  conmemorar y difundir la historia y significado del Tradicionalismo político español. 

El Museo Carlista de Madrid está emplazado en el centro de la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, al pie de la sierra de Guadarrama.
San Lorenzo de El Escorial fue uno de los Reales Sitios en los que la familia real residía alternativamente en las distintas estaciones del año. Carlos IV hizo sin embargo de El Escorial su lugar preferido junto con Aranjuez, en detrimento de El Pardo y la Granja. En San Lorenzo pasó, por tanto, buena parte de su infancia y adolescencia su hijo el Infante Carlos María Isidro, futuro Carlos V y primer rey de la dinastía carlista. De ello son testigo los retratos del Infante, de su esposa María Francisca y de su primogénito Don Carlos Luis, Conde de Montemolín, pintados por Francisco Lacoma y que se encuentran en la llamada Casita del Príncipe, situada al este del Monasterio.
La vinculación del Infante Don Carlos con El Escorial se acentuaría al adquirir en 1803, junto a su hermano el Infante Don Francisco de Paula, la actualmente conocida como "Casa de las familias de los Infantes Carlos María Isidro y Francisco de Paula", también conocida como "Casa de Pelaez", y que actualmente es la residencia Euroforum, sede de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid. Precisamente esta circunstancia es la que hace que la calle que va a parar al lugar, en la que se ubica el nuevo Museo Carlista de Madrid,  se conozca como Calle Infantes, es decir implícitamente, calle de los infantes Carlos María Isidro y  Francisco de Paula. 
En San Lorenzo de El Escorial nacería el 19 de Octubre de 1824 el tercer y último hijo del infante Carlos María Isidro y su primera esposa, la infanta portuguesa María Francisca de Braganza, bautizado con el nombre de Fernando. 
No es esta la única vinculación de San Lorenzo de El Escorial con el Carlismo, ni siquiera de su Monasterio, donde ya al comienzo de la Primera Guerra las crónicas señalan las simpatías por la Causa de Don Carlos de buena parte de su comunidad de frailes jerónimos, exclaustrados en 1837 por las medidas desamortizadoras, y también el merodeo por la zona de partidas carlistas vinculadas al ejército con el que el Cura Merino recorría Castilla tras proclamar a Carlos V en Burgo de Osma.
En tiempos más recientes, San Lorenzo de El Escorial volvió a vincular su nombre al Carlismo, al acoger del 1 al 4 de Mayo de 1986 el histórico Congreso de la Unidad, por el que las tres entidades carlistas más importantes -la Unión Carlista, la Comunión Tradicionalista y la Comunión Católico Monárquica- se fusionaron para dar nacimiento a la Comunión Tradicionalista Carlista como heredera y continuadora de la historia y pensamiento político del Carlismo. 
Finalmente, del 20 al 24 de Julio de 1992, El Escorial acogió -precisamente en el Euroforum- el Curso de Verano sobre las Guerras Carlistas, dirigido por el profesor Alfonso Bullón de Mendoza, y que congregó a los mejores especialistas sobre nuestras guerras civiles del pasado siglo.
San Lorenzo de El Escorial es, por todos estos motivos, un lugar vinculado en varios sentidos a la historia del Carlismo. Estos lazos se acrecientan ahora al convertirse en sede del Museo Carlista de Madrid.

La singularidad del Museo Carlista de Madrid radica en su carácter de museo-residencia, lo que junto a los objetos expuestos permite saborear el peculiar ambiente de una vivienda de hace un siglo.
El Museo consta de dos partes: una primera situada en la planta sótano del edificio y una segunda localizada en la planta alta.
La entrada al edificio se realiza a través de un sobrio portón de estilo castellano, que da paso a una estancia adornada con una primera serie de cuadros y objetos que sirven de introducción a la colección del Museo. 
Las cuatro salas de que consta la exposición de la planta sótano están dedicadas respectivamente a los Antecedentes y la Guerra de los Siete Años (Sala 1), la Tercera Guerra (Sala 2), la Guerra Civil de 1936-39 (Sala 3) y la Sala llamada "La espada y la pluma", donde junto a recuerdos de la Campaña Montemolinista y periodo de entreguerras, se expone una colección de periódicos carlistas de los siglos XIX y XX, así como algunos uniformes y pertrechos militares.
La planta alta alberga las salas dedicadas a la Dinastía (Sala de Carlos V y Carlos VI; Sala de Carlos VII, con el camerino de la Reina Margarita; y Sala de los últimos reyes, D. Javier y D. Alfonso Carlos), así como la Sala dedicada al ejército liberal, la Sala de Música, el despacho de la biblioteca y la cantina.

El Museo Carlista de Madrid alberga la colección de recuerdos históricos reunidos por J. Urcelay a lo largo de tres décadas, así como una Biblioteca asociada de cerca de 2.000 volúmenes sobre el Carlismo que se incorporará próximamente al Museo. Los objetos expuestos permiten recorrer la historia carlista a lo largo de los siglos XIX y XX, tanto en sus aspectos militares como políticos.
Con motivo de la preparación de su biografía del general Cabrera, en 1999 Javier Urcelay inició la visita a lo que habían sido escenarios vitales del Conde de Morella, tanto en el Maestrazgo como en los lugares de sus exilios en Francia e Inglaterra. De ello quedó constancia en su libro dedicado al Maestrazgo Carlista, así como en algunas crónicas de viaje publicadas en el Boletín Carlista de Madrid. Simultáneamente y casi sin pretenderlo, empezó entonces a reunir no sólo cuantos libros y documentos podían servirle a su labor, sino también algunos primeros grabados, cuadros y otros recuerdos relacionados con la figura del llamado Tigre del Maestrazgo y ,por extensión, con el Carlismo en general.
Este impulso inicial se fue convirtiendo con los años en un decidido afán de coleccionismo, incrementado a medida que se constataba cómo iban desapareciendo todos aquellos recuerdos de las guerras carlistas por efecto destructivo del paso del tiempo.
Tras casi tres décadas rebuscando en anticuarios, almonedas, mercadillos y casas de subastas, la Colección J. Urcelay ha ido creciendo hasta convertirse en una de las principales de las que tenemos conocimiento, juntamente con las colecciones públicas del Museo Carlista de Estella, la del Museo Zumalacárregui de Ormaiztegui y las privadas del Museo de Tabar de la Fundación Jaureguitzar o la de los herederos del Dr.D. Ramón Hernández. 
La Colección J. Urcelay se compone de:
-Retratos y cuadros al óleo de personajes o temática carlista.
-Grabados, carteles, fotografías  y otros recuerdos en papel o impresos, incluidos cerca de cien cabeceras de periódicos y revistas carlistas.
-Objetos de militaria de diversa naturaleza, tales como condecoraciones, catalejos, banderas y uniformes, y otros recuerdos de las guerras o de la historia militar del carlismo. 

En conjunto, se trata de una colección de algunos centenares de piezas, que se reúnen y exponen ahora para el disfrute de cuantas personas se interesan por una de las corrientes más genuinas del discurrir histórico español durante los últimos casi doscientos años. 
Entre las piezas que componen la colección, hay interesantes pinturas al óleo como el retrato de Carlos VII realizado por el barón de Sangarrén para el Círculo Carlista de Vitoria; dos retratos inéditos del Conde de Molina (Carlos V) en su exilio en Trieste y de D. Juan de Borbón y Braganza (padre de Carlos VII); el retrato del mariscal Vivanco atribuido a Vicente López o quizás a su hijo Luis; o el famoso cuadro de Cabrera ante Morella pintado por el genial Ferrer-Dalmau. También destaca una serie de bocetos y dibujos originales realizados a plumilla por Josep Cusachs.

Numerosos grabados originales se exponen en las Salas dedicadas a la Primera y Tercera Guerra carlista, destacando los de Fernando VII, Isabel II y la reina regente María Cristina, así como el del barón de Eroles y otros realizados por corresponsales artísticos de guerra para algunos de los principales periódicos europeos. 

El Museo reune también algunas banderas de distintas época, como la de las Margaritas de Aragón de tiempos de la II República, la de la 1ª Compañía del Tercio de Santa Gadea, o las del Tercio navarro de Santiago o el valenciano de Nuestra Señora de los Desamparados.

Junto a ello, destaca la completa colección de medallas y sellos carlistas, así como diversos recuerdos de las distintas guerras, incluidos un uniforme de la caballería alavesa y una boina de un oficial carlista participante en la batalla de Alpens. 

Entre los numerosos documentos expuestos, merecen especial atención losautógrafos de prohombres de ambos bandos, liberal y carlista, como los generales Zumalacárregui, Cabrera, Tristany, Diego de León etc, miembros de la dinastía como Carlos V y la princesa de Beira, Carlos VII o Don Alfonso Carlos, o personalidades como D. Manuel Fal Conde, José María de Pereda, Barrio y Mier o Víctor Pradera. Junto a esas cartas o partes de guerra, destaca también una interesante colección de bandos, ascensos, pasaportes, esquelas y otros testimonios escritos de las distintas guerras, así como una importante colección de casi un centenar de cabeceras de periódicos carlistas, fundamentalmente del siglo XIX.    

La Biblioteca adscrita al Museo Carlista de Madrid consta de cerca de dos mil volúmenes sobre el Carlismo, de los cuales casi la mitad son publicaciones del siglo XIX, difíciles de encontrar en la mayor parte de las bibliotecas existentes. 
La Biblioteca se nutre de la Colección J. Urcelay, así como de cuantas donaciones o cesiones en depósito realicen sus colaboradores. 
El fondo documental consta de más de doscientos documentos originales, la mayor parte de ellos del siglo XIX, algunos expuestos en las vitrinas del Museo y otros conservados en los fondos propios.
Es objetivo del Museo igualmente la conservación de archivos personales o familiares, tanto para su custodia y estudio como para su futura eventual clasificación y digitalización.

Visitas al Museo mediante  cita previa.

El Uniforme de Zuavo Carlista

El uniforme de Zuavo Carlista ha sido de las grandes incógnitas sobre uniformología de la Tercera Guerra Carlista, ya que apenas hay documentación sobre ella. Existen un par de fotos en blanco y negro, y algunas ilustraciones, pero como ya indicamos en la entrada de Los errores del uniforme de Zuavo Carlista, no se ha podido conseguir una imagen fiel al que fue el uniforme de esta unidad de élite durante el transcurso de la guerra.

Este proyecto ya llevaba en marcha cerca de 10 años, era uno de los retos del blog de Zuavos del Mundo, pero por diversos motivos se aparcó en el cajón.

Uniforme de tropa Zuavo Carlista. Tercera Guerra Carlista.
© Archivum Zouavum 2019.
A raíz del premio de la XV Edición del Premio Internacional de Historia del Carlismo Luis Hernado de Larramendi, el estudio de “Wils y el Batallón de Zuavos Carlistas. Guerra en Cataluña 1869-1873”, se puso en contacto Francisco Javier Suarez de la Vega para profundizar sobre uno de los capítulos del libro. Fueron pasando los meses, y el otro autor del libro, Agustín Pacheco Fernández nos propuso el poder recrear un uniforme real y en físico de Zuavo Carlista, pieza que tras todas las averiguaciones que ha realizado no existe uno real, a excepción del uniforme de D. Alfonso Carlos de Zuavo Pontificio que se encuentra en el Museo del Carlismo de Estella.

El reto nos ilusiono mucho, pero teníamos la dificultad de la escasa documentación que existe, a esto hay que añadir el conseguir todos los elementos necesarios para su confección como el tejido, los ribetes, cordones, etc. Y luego conseguir la mano experta para confeccionarlo. Lo que si teníamos claro es realizarlo un Zuavo Carlista de tropa y no un oficial.

El primer desafío es encontrar el tejido idóneo, tenía que se paño de lana, como se confeccionaban los uniformes del Siglo XIX, pero lo realmente complicado fue dar con el tono más aproximado. Gracias a la zona textil donde nos encontramos en la Sierra de Mariola entre las provincias de Valencia y Alicante, esta tarea fue más fácil, pero laboriosa, ya que tenía que aproximarse al tono que se empleaba que es un azul plomizo, y ... eureka, lo localizamos y es bastante aproximado, hay que tener en cuenta, que según los lotes de fabricación la tintada del color variaba de un lote a otro.

El siguiente paso fue conseguir los accesorios como los ribetes, cordones en el color rojo antiguo, botones de bola dorados, etc. Aquí hay que decir, que gracias a un uniforme de Zuavo Pontificio del Archivum Zouavum que ha sido de gran ayuda para plasmar todos estos detalles del uniforme. Otro aspecto que consideramos de suma importancia, y es un elemento diferenciador del uniforme de los Zuavos Pontificios, era la doble lazada trebolada de la chaqueta, que gracias a las fotografías se pudo vectorizar este elemento hasta el mínimo detalle, hay que agradecer a la diseñadora por la paciencia y felicitarla por el resultado final.

Uniforme de tropa Zuavo Carlista. Tercera Guerra Carlista.
© Archivum Zouavum 2019.

Y ahora viene la parte más complicada, es encontrar a persona para confeccionar el traje, ya que no es un uniforme fácil de realizar tiene muchos elementos que han tenido que coserse a mano. Tras varias opciones, la cual estamos muy contentos es contar con MariCarmen Soriano, que ha hecho un trabajo soberbio, una exquisita confección en todos sus detalles y una implicación total, han dado como resultado este uniforme que fue presentado en Madrid con la presentación del libro de “Wils y el Batallón de Zuavos Carlistas. Guerra en Cataluña 1869-1873” en el Instituto de Historia y Cultura Militar el pasado 22 de mayo. Fue el complemento perfecto para la presentación del libro, y de sorpresa para los asistentes, ya que pudieron ver el uniforme en primera persona con todos sus detalles.

El uniforme se compone de la chaqueta corta con toda la laceria, botonería en las bocamangas, con bolsillo interior. El chaleco, con todos los botones en la parte central y bolsillos exteriores. Los pantalones bombachos con cordonería en los laterales y bolsillos en cada lateral. Faja de color rojo. Polainas blancas. Botines de piel negro y boina roja con borla roja.
Pero sobre todo hay que agradecer a la Asociación Retógenes «Amigos de la Historia Militar», que han sido los mecenas de ese proyecto financiándolo en su totalidad.

Aquí puedes ver en detalle:

 El chaleco del uniforme de Zuavo Carlista.
 La chaqueta del uniforme de Zuavo Carlista.
 El pantalón del uniforme de Zuavo Carlista.
Las polainas del uniforme de Zuavo Carlista  

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Análisis detallado del libro "Wils y el Batallón de los Zuavos Carlistas. Guerra en Cataluña 1869-1873"



Aquí tenéis un análisis detallado del libro "Wils y el Batallón de los Zuavos Carlistas. Guerra en Cataluña 1869-1873".

Índice de la primera parte.

El Carlismo y la revolución de 1868.

La intentona carlista de 1869.
Eugenio de Gaminde.
Gabriel Baldrich.
Los fusilamientos de Montealgre.
La sublevación republicana de 1869.

La carrera hacia la guerra 1869-1972.

La Tercera Guerra Carlista.
La sublevación de Cataluña.
Oroquieta.
Juan Francesch.
Don Alfonso entra en España.
El Sallent.
La primera república.

El batallón de Zuavos Carlistas y sus primeras acciones.
La toma de Ripoll.
Nicomedes García.
Acción de Campdevánol.
La muerte de Galcerán.

La primera gran victoria.
La toma de Berga.

Importancia de los telégrafos y ferrocarriles.

Tiempos difíciles.
Puigcerdá.
Persecucción implacable.
Sorpresa en Calaf.
El bosque de la Pubilla.
La toma de Sanahuja.

La república federal.
La torre de Oristá.
Indisciplina.
Prats de Llusanés.

La sublevación cantonal.

Alpens.
La muerte de Cabrinety.
Francisca Guarch Folch.
Las consecuencias.

La uniformidad y equipo de los Zuavos.
El uniforme.
Armamento.
Condecoraciones.
Medalla de Berga.
Medalla de Alpens.
Medalla de Cuenca.

Igualada.
A sangre y fuego.
Después de la batalla.
Una agria victoria.

Los demandó el honor.

Apéndice documental.

Glosario.

Índice de la segunda parte.

Infancia y juventud de los Wils.
La larga sombra de la revolución.
Ravenstein: el fin de la pesadilla.
La fallida vocación religiosa de Ignace.

Un Zuavo Pontificio de 16 años.
El regimiento de los Zuavos Pontificios.
De Röterdam a Roma.
Los Wils en la guerra de Italia (1865-1870).

El rey carlista que quiso servir como Zuavo de 2ª.
El amigo holandés de Alfonso de Borbón.
Los últimos de Roma. La Puerta Pía.
Los Zuavos Pontificios Españoles.
Aclaración sobre Francisco Savalls.

Julio de 1869: de Zuavo a carlista.
Don Alfonso y la intentona de 1869.
De cómo un holandés se hizo carlista.
Wils acude a la llamada de Don Carlos.
Perpiñán: la primera fuga de Ignace Wils.

La efímera aventura del 69.
El enigmático don Juan Salamanche.
Condenados al fracaso.
La captura de Wils.
La correspondencia secreta del rey.

Boinas rojas en Lorena.
Los intermanientos en Francia.
Carlista en Mentz: exilio y penuria.
Wils, el defensor de los carlistas.
Carlos VII recibe a Wils.

La guerra Franco-Prusiana.
Los éclaireurs volontaires.
El barón Arnous-Rivière.
La primera hazaña del valiente “español”.
La legión de honor.

La increíble fuga del prisionero Wils.
Prisioneros de los prusianos.
Huir o morir.
Viejos camaradas.

Instructores militares en Francia.
Ignace, instructor militar en La Rochelle.
August Wils: de Roma a los Voluntarios del Oeste.
La comuna de París.

Los tres mosqueteros ¡Por Don Carlos!
Una pequeña internacional legitimista.
Los tres mosqueteros.
El cruce de los Pirineos.
Tras la euforia, una dura realidad.
El difícil rastro de Ignace Wils.

La creación del batallón de Zuavos Carlistas.
La compañía de Guías del Infante.
La compañia de Zuavos Carlistas: el germen del batallón.

La organización del batallón.
Un cuerpo de élite con una severa disciplina.
El Ebro y las deserciones.
Organización interna y evolución de efectivos.
Militia Dei.

Los voluntarios extranjeros.
Una fuerza multinacional.
La compañía holandesa.
Hugh Murray: la espada y la pluma.
Conspiración carlista en Roma.
El príncipe de Jerusalén que se hizo carlista.

Ignace Wils, el guardaespaldas de los infantes.
Los atentados fustrados por Ignace Wils.
Wils nunca duerme: asesinos en la alcoba.
Los Zuavos: la guardia de corps de los infantes.
Misión en Francia para proteger a don Alfonso ... ¡de los carlistas!

La bandera de los Zuavos Carlistas.
La iconografía: fiel reflejo del alma del batallón.
La bandera que ganaba batallas.
Sangrienta devoción: los caídos en su defensa.
Modelo para el escudo de España.
El sudario del Rey Alfonso Carlos I.
El misterio no resuelto sobre su paradero.

The prince´s band.
Los prisioneros que formaron la mejor banda de música.
¡A la bayoneta!, a ritmo de vals.
Un variado repertorio.
Don Roque Domingo y el cornetín de plata.

La muerte de Ignace Wils: el nacimiento de un mártir.
El último reencuentro.
El final del Ignace.
¿Donde está la bandera?.
Las honras fúnebres.
La muerte de Ignace Wils: ¿Profecía  autocumplida?.
El inconsolable dolor de una madre.
La pérdida del más firme apoyo de don Alfonso.

La memoria de los Zuavos Carlistas.
La memoria de los Zuavos en España.
Los Zuavos de Bocairente.
La memoria de los Wils en los Países Bajos.

Fuentes y bibliografía.

Archivos, bibliotecas, museos e instituciones.
Archivio si Stato di Roma, Archivo Comarcal de Anoia (Igualada), Archivo Comarcal del Ripollès (Ripoll), Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza, Archivo Eclesiástico del Ejército de Tierra (Madrid), Archivo de la Fundación Sancho el Sabio (Vitoria), Archivo General Militar de Madrid, Archivo General Militar de Segovia, Archivo Histórico de Euskadi (Bilbao), Archivo Histórico del Santuario de Loyola (Azpeitia), Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid, Archivo Histórico Nacional (Madrid), Archivo Municipal de Santpedor (Barcelona), Archivo de la University of Notre Dame (Indiana USA), Ayuntamiento de Gerona, Biblioteca Central Militar (Madrid), Biblioteca de Cataluña (Barcelona), Biblioteca del Congreso de los Diputados (Madrid), Biblioteca Digital Memoria de Madrid, Biblioteca Ferroviaria del Museo del Ferrocarril de Madrid de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, Biblioteca Municipal Central (San Sebastian), Biblioteca Nacional de España (Madrid), Cartoteca del Archivo General Militar de Madrid, Cartoteca del Centro Geográfico del Ejército (Madrid), Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca), Cuartel General del Ejército (Madrid), Katholiek Documentatie Centrum de Nimega (Holanda), MILES, Forum italiano dei Collezionisti di Militaria, Museo Carlista de Madrid, Museo de la Guardia Civil (Madrid), Museo Histórico Militar de Valencia, Museo Zumalakarregui (Ormáiztegui), Nederlands Zouavenmuseum de Oidenbosch ( Países Bajos), Oberösterreichusches Landesarchiv (Austria), Palacio de la Capitanía de Valencia, Real Academia de la Historia (Madrid), Regimiento de Artillería  Antiaérea nº 81 (Marines-Valencia), Sala Museo de Intendencia del Archivo General Militar de Ávila, Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional (Toledo).

Colecciones particulares.

Fuentes hemerográficas.

Diarios.
Augsburger Neueste Nachrichten, Correo de Tortosa, Corriere dell´Arno, Diario de Valencia, Diario de Villanueva y Geltrú, El Almogávar, El Bien Público, El Constitucional. Diario liberal de Alicante, El Correo Español, El Correo Vascongado, El Eco de Alicante, El Estandarte Real, El Gobierno, El Imparcial, El Mundo, El Pensamiento Español, El Popular, El Postillón, El Progreso, El Quijote, El Restaurador, El Serpis, El Zuavo, Gelderlander, Igualada, Journal des débats politiques et littéraires, La Convicción, La Correspondencia de España, La Crónica de Badajoz, La Discusión, La Epoca, La España, La Esperanza, La Gazette de Sorel, La Iberia, La Igualdad, La Lealtad Canaria, La Lucha, La Nación, La Paz, La Stampa, La Unión Católica, La Vanguardia, Le Gaulois, Leidsch Dagblad, Le Monde, Le Moniteur Prussien de Versailles, Le Progrès, Los jueves de El Correo Español, L´Univers, The Morning Star adn Catholic Messenger, The New York Herald, Wiener Fremdenblatt.

Semanarios y revistas.
Bulletin de l´Union-Allet, El Cruzado Español, El Estandarte Católico, El Estandarte Real, El Lío, El Museo Universal, Flores y Abejas, Gazette de familles Canadiennes et Acadiennes, Graafsche Courant, Harper´s Weekly, Katholieke Illuestratie, La Croce Pisana, La Cruzada, La Flaca, La Ilustració Catalana, La Ilustración Española y Americana, La Madeja, La Madeja Política, La Tradición, La Unión contestana, L´Avant-Garde, Le Bulletin des recherches historiques, Le Monde Illuestré, L´Extra, Nuova Illustrazione Universale, Renovació.



Gacetas, boletines y diarios oficiales.
Boletín de Comercio, Boletín de Navarra y Provincias Vascongadas, Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara, Colección Legislativa de España, Diario Oficial de Avisos de Madrid, El Cuartel Real, Gaceta de Madrid, Gaceta Oficial de Oñate.
Bibliografía
Capítulos del libro.
Publicaciones.
Tesis doctorales.

Epílogo.

Sobre los autores:

Agustín Pacheco Fernández (Cáceres 1967) militar de carrera desempeñó durante más de dos décadas diferentes puestos relacionados con la logística, en los que realizó numerosos cursos civiles y militares en España y en el extranjero, y participó en varias misiones y comisiones nacionales e internacionales. En el año 2010 decidió dar un nuevo rumbo a su vida profesional y dedicarse a unas de sus pasiones, la historia militar. Es autor o coautor de más de una decena de libros, así como numerosos artículos relacionados con el arte y la historia.

Francisco Javier Suarez de la Vega (Valladolid, 1969), licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid, es funcionario de carrera como jurista-criminólogo del Cuerpo Superior de II.PP. Ha desarrollado su actividad profesional en el campo del Derecho en diferentes Administraciones Públicas y ocupado diversos cargos de responsabilidad, compaginándolo con la investigación histórica y escritura. Además de esta obra, en breve publicará otra sobre la Primera Guerra Carlista en Cantabria. En el ámbito literario, con preferencia por el relato histórico, ha sido galardonado en varios certámenes.

Portada: Ignace Wills. Oleo sobre lienzo. Autor: Augusto Ferrer-Dalmau Nieto, 2018. Este retrato que personifica fielmente a jefe del Batallón de Zuavos Carlistas, el holandés Ignace Wils (1849-1873), fue realizado ex profeso por el maestro Augusto Ferrer-Dalmau, en 2018, para servir de portada a esta obra. Es la primera presentación ecuestre de tan singular personaje.
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