Los Zuavos Pontificios y sus enemigos (Gli Zuavi Pontifici e i loro nemici)


 

Las Ediciones Solfanelli, de Chieti (Los Abruzos, Reino de Nápoles) acaban de publicar un nuevo libro de Francesco Maurizio Di Giovine, comendador de la Orden de la Legitimidad Proscrita y delegado de la Comunión Tradicionalista en la Península Italiana: Gli Zuavi Pontifici e i loro nemici (Los Zuavos Pontificios y sus enemigos). En la contraportada del mismo aparece una imagen del entonces Infante Don Alfonso Carlos de Borbón y Austria-Este en uniforme de zuavo pontificio, de cuando combatió en defensa de Roma y de S.S. el Papa Rey Pío IX contra los invasores italianos.

En 1860, jóvenes católicos de todos los rincones de Europa acudieron a Roma para defender con armas la libertad de la Iglesia y del Papa Rey. Formaron el Batallón de Tiradores Papales, que se convirtió en un batallón de los Zuavos Pontificios en enero de 1861, que luego se transformó en un Regimiento. Su historia duró poco más de diez años que se resumen en este libro a través de los testimonios más significativos. Desde el homenaje de sangre pagado por sus voluntarios a lo largo del período (fueron víctimas de enfermedades, accidentes, emboscadas, actos terroristas) hasta la vida de la guarnición, con sus compañeros escindidos, siempre en nombre del testimonio cristiano; desde la lucha contra el bandolerismo criminal a las obras caritativas y humanitarias llevadas a cabo porlos Zuavos durante la terrible epidemia de cólera, hasta la guerra revolucionaria de 1867; finalizando con la heroica defensa de Roma durante la invasión de septiembre de 1870. En el contexto de los hechos, el volumen se centra en el papel del abanderado Alfonso Carlos de Borbón, hermano del legitimista pretendiente al trono español, Carlos VII, vinculado a la hechos finales de la defensa militar del Estado Pontificio.

El prólogo de este libro es del sobrino nieto de Don Alfonso Carlos y actual Abanderado de la Tradición, Don Sixto Enrique de Borbón. Lo reproducimos a continuación, traducido al español:

Prólogo

Hay muchas y buenas razones para que haya accedido con gran gusto a prologar este libro sobre los zuavos pontificios, escrito por el doctor Maurizio Di Giovine en la ocasión del sesquicentenario de la caída de la Porta Pía y el fin de los Estados pontificios en 1870. Y es que en esta unidad, conocida como la Legión del Papa, se entrecruzan muchos elementos que forman parte no sólo de mi universo mental sino también del familiar y personal.

Para empezar, la defensa del Papa, o mejor del Papado, con su autoridad espiritual defendida por la independencia que le daban los Estados Pontificios. En el siglo XIX la Revolución liberal combatía por todos los medios a la Iglesia. Y el mundo tradicionalista se movilizaba, también por todos los medios, en su defensa. Pío IX, tras la vacilaciones sabidas, había fulminado el liberalismo con condenas que vistas desde hoy resultan proféticas. Y ciertas Casas Reales habían seguido fielmente, a un alto precio, dichas indicaciones.

No encuentro mejor ejemplo que mi familia, la casa ducal de Parma, y mi abuelo Roberto en concreto, destronado en nombre de una unidad de Italia forjada por el espíritu del llamado Risorgimento. En efecto, mi abuelo era Infante de España, pero su madre era la hermana del Conde de Chambord, quien estaba casado con María Teresa de Módena, hermana de María Beatriz, la esposa de Don Juan, padre de Don Carlos VII y Don Alfonso Carlos. Quienes, a su vez, habían desposado respectivamente a Margarita de Parma, hermana de mi abuelo, y María de las Nieves de Braganza, hermana de mi abuela, pues en segundas nupcias –tras enviudar– el Duque Roberto había casado con María Antonia de Portugal. ¡He ahí el mapa de las relaciones entre las Casas Reales católicas y legitimistas!

De entre ellos, mi tío abuelo Don Alfonso Carlos de Borbón se enroló en el Regimiento de Zuavos Pontificios, como el libro que tenemos entre las manos explica con detalle. Y encabezó un grupo de voluntarios españoles mayormente carlista que, tras la derrota de 1870, volverían al combate, en España otra vez, en la nueva guerra que estalló en 1872. Un caso singular de entre esos voluntarios movilizados por mi tío abuelo es el del legendario General Savalls, veterano además de la Guerra de los Siete Años (1833-1840) y de la de los Matiners o los madrugadores (1846-1849). Es decir, participó en las tres guerras carlistas, y además –entre la segunda y la tercera– formó parte del Ejército de Módena y, como hemos dicho, del Regimiento de Zuavos Pontificios. Pero también por el lado materno, el de los Borbón Busset, encontramos a Gaspar, Conde de Châlus, que fue comandante del Escuadrón de Guías de La Moricière, con sus hijos Robert, que será Conde de Busset, y Guy, que le sucederá en el condado de Châlus. Verá el lector que también desde el punto de vista familiar la historia de los zuavos es la mía.

Pero, todavía en ese plano, otra razón me mueve en especial a escribir estas líneas. Y es que mi padre, Don Javier, se vio en una tesitura semejante en los años sesenta, cuando puso un prólogo al libro sobre los zuavos franceses de Maurice Briollet. Considero un honor seguir las huellas de mi padre, que en verdad representa como nadie ese espíritu de cruzada al servicio del Papa y de la tradición católica contra la revolución.

Dos cosas más. Encuentro, en primer lugar, que el libro del doctor Di Giovine está dedicado a la memoria de Monseñor Ignacio Barreiro, español de la Banda Oriental del Río de la Plata, que fue un inolvidable capellán de la Comunión Tradicionalista, y nos acompañó en memorables ocasiones. Monseñor Barreiro, tradicionalista y legitimista, celebraba todos los años la Santa Misa en sufragio por los defensores de la Porta Pía. Me es muy grato sumarme al sentido homenaje de quien fue también Caballero de la Orden de la Legitimidad Proscrita. Y este recuerdo me lleva, finalmente, al autor de este excelente libro. Maurizio Di Giovine, Comendador de la Orden, que es desde hace largos años mi Delegado en la península italiana, ha desempeñado sus funciones con habilidad y competencia, prestándome innumerables y delicados servicios. Es también el alma junto con el profesor Paolo Caucci von Saucken de los Congresos Tradicionalistas de Civitella del Tronto, que cumplen este año sus bodas de oro, a cuya XL edición tuve la ocasión de asistir, y que son una cita imprescindible del tradicionalismo contemporáneo. Por todo ello, es una satisfacción para mí felicitarle por esta iniciativa y desearle grandes éxitos en sus trabajos para el bien de la Causa.


 

Fuente: Comunión Tradicionalista 

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14 ème Regiment de Zouaves France




Fue el regimiento de infantería del ejercito de tierra francés que se creó en Lyon en septiembre de 1939 y se disolvió en junio de 1940. Formado por reservistas de la 99ª Régiment d'Infanterie de l'Armée
Partieron de Lyon hacia Lorena donde establecieron su base. Pero fue en Bélgica en las ciudades de Charleroi, Mons y Namur  y el norte de Francia en Lille, Seclin, Haubourdin donde fue su principal escenario de lucha. 

Su lema era "Lucha por salvar lo que se puede salvar y, sobre todo, el honor de las banderas".

La insignia de la 14º Regimiento Zuavo se creó durante su estancia en Lorena. Elegido entre varios proyectos. Destaca la media luna tumbada que lo vincula con su oriten en el norte de África. Dentro de la media luna se encuentra el chacal, que ha sido el animal tradicional de los Zuavos, lo podemos ver en otros regimientos como el 3º, 8º, 9º, 11º y el 21º. En medio de la media luna nos encontramos empezando por arriba la Cruz de Lorena en rojo, bajo de el número 14 y bajo la letra Z. De esta insignia hicieron 2 modelos, el chacal en color dorado y plateado.

Oficiales de 14ª Regimiento de Zuavos:
 
Teniente Coronel Galtier
1er Batallón. Comandante Rognon.
1ª Compañía: Capitán Jaeger
2 ª Compañía: Teniente Blanc
2º Batallón. Comandante Mathieu.
3er Batallón. Comandante Pelletier.

En tan solo tres semanas de combates, de los 3.500 hombres que lo formaron, tan solo unos 368 fueron hechos prisioneros pero muchos otros perecieron. Lucharon contra 7 divisiones alemanas, incluidas las de Rommel y Guderian. Su valía les precedería como Zuavos, es en la batalla de Poche de Lille del 25 al 30 mayo de 1940 donde aguantan 3 días y 3 noches sin ceder un centímetro de terreno. Llegan a destruir varios carros de combate de Rommel. Tras varias peticiones de rendición al final ceden, y los alemanes le concedieron honores de guerra, hecho único durante la II Guerra Mundial reprochado al general alemán Waeger por el propio Adolf Hitler. A principios de junio se disuelve el regimiento, con el orgullo de poder decir con la cara bien alta "Misión cumplida!".

Pero lo más triste es que Francia nunca recoció su valor, peor aún les pidió que guardaran silencio. Desde aquí queremos rendir su justo valor demostrado en combate a todos aquellos hombres que lucharon para liberar a Francia del nazismo y que se merecen su reconocimiento.

Pero no todo cayó en el olvido,  tienen una calle propia en la Rue du 14 ème Zouaves en Allennes les Marais en Francia y una plaza Square du 14 ème Régiment de Zouaves en Lyon (Francia).

Aquí tenéis un par de blogs con más información:

Le 14ème régiment de Zouaves

Le blog du 14ème régiment de Zouaves


Y más información en Wikipedia
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Cet jour à L´HISTORIE de ZOUAVES. Hoy en la HISTORIA de los ZUAVOS. This day in HISTORY of ZOUAVES. 8 septiembre 1855

La Prise de Malakoff: Le Zouave Eugène Linaut cloue le drapeau Français. 8 Septembre 1855.

The Taking of Malakoff: Zouave Eugène Linaut nails the French flag. September 8th 1855

La Toma de Malakoff: El Zuavo Eugène Linaut clava la bandera Francesa. 8 de Septiembre de 1855.


 

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1870 - la batalla decisiva de Sedan.

El 1 de septiembre de 1870, parte del ejército alemán, comandado por von Moltke,
asaltó el pequeño pueblo de Bazeilles, en las Ardenas francesas. 
Su oponente, el general Mac-Mahon, se vio obligado a replegarse sobre Sedan, 
donde la artillería alemana, con sus 400 cañones modernos, causó pánico.
Durante horas, Napoleón III vagó por el campo de batalla y esperó ser alcanzado
por un proyectil prusiano para morir como un héroe. 
Esto no sucederá y, en contra de los consejos de algunos de sus generales, iza 
la bandera blanca. El soberano es hecho prisionero con más de 100.000 de sus hombres. 
Seis meses después de su victoria, Guillermo I fue proclamado emperador en el Salón
de los Espejos del Palacio de Versalles y Prusia inició la unificación de Alemania.
Fuente: Films Documentaires
      

 

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Modificación del Reglamento de armas agosto 2020.

El pasado 5 de agosto de 2020 se publico en el BOE numero 211 el Real Decreto 726/2020, de 4 de agosto, por el que se modifica el Reglamento de Armas, aprobado por el Real Decreto 137/1993, de 29 de enero.

Al amparo del artículo 149.1.26.ª de la Constitución, que atribuye al Estado la competencia exclusiva en materia de régimen de producción, comercio, tenencia y uso de armas y explosivos, el artículo 28 de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad Ciudadana, otorga al Gobierno la regulación de los requisitos y condiciones de fabricación, reparación, circulación, almacenamiento, comercio, adquisición, enajenación, tenencia y utilización de armas, sus imitaciones, réplicas, piezas fundamentales y cartuchería, así como la adopción de las medidas de control necesarias para el cumplimiento de tales requisitos y condiciones. 

Estas son las novedades que pueden afectar a nuestras fiestas de Moros y Cristianos, pero también hay que decir que en este Real Decreto no modifica la INSTRUCCIÓN TÉCNICA COMPLEMENTARIA NÚMERO 26 (ITC26). Manifestaciones festivas con uso de armas de avancarga.

Artículo 2. Tipos de armas:
1.- Arma acústica y arma de salvas: Arma de fuego transformada de forma específica para su uso exclusivo con cartuchos de fogueo en recreaciones históricas, filmaciones, artes escénicas y espectáculos públicos.

2.- Arma antigua: Arma de fuego cuyo modelo o cuyo año de fabricación es anterior al 1 de enero de 1890.

4. Arma artística: Arma de fuego que en su ornamentación presenta una peculiaridad distinta a las demás de su clase, en razón de los materiales nobles empleados o de diseño, que le confiere un especial valor.

11.- Arma de avancarga: Arma de fuego en la que la carga de proyección y el proyectil se introducen por la boca del cañón o, en su caso, por la boca de la recámara del tambor. La carga de proyección es de pólvora negra o de sustancia explosiva o pirotécnica similar.

18.- Arma histórica: Arma de fuego que se signifique especialmente por su relación con un hecho o personaje histórico relevante, convenientemente acreditada.

De estas opciones de armas son varias en las que se puede encajar los arcabuces, trabucos, mosquetes y espingardas.

«Artículo 107 bis.
1.- La conversión de un arma de fuego en un arma acústica y de salvas sólo podrá realizarse por la armería propietaria del arma de fuego previa aportación de una memoria técnica descriptiva de la transformación a efectuar en el arma, y autorización de la Intervención Central de Armas y Explosivos, con informe favorable del organismo competente del Ministerio de Defensa en el caso de armas de guerra.

2.- Las armas acústicas y de salvas serán grabadas en el Registro Nacional de Armas, previa presentación de la correspondiente certificación expedida por un banco oficial de pruebas o por el organismo competente del Ministerio de Defensa en caso de armas de guerra, acreditando que la transformación del arma de fuego en arma acústica y de salvas es irreversible.

3.-Las armas acústicas y de salvas solo podrán adquirirse por armerías o empresas autorizadas por la Intervención Central de Armas y Explosivos con la finalidad de su alquiler temporal a personas físicas o jurídicas para su uso concreto en una recreación histórica, filmación, arte escénica o espectáculo público con los requisitos y condiciones determinados en el artículo 149.3.

4.- Las armerías y empresas autorizadas para la adquisición de las armas acústicas y de salvas llevarán un libro-registro conforme al modelo que se determine por la Dirección General de la Guardia Civil, diligenciado o validado por la Intervención de Armas y Explosivos, donde se consignarán los datos de las armas y, en su caso, del arrendatario.

5. En el caso de transformación de armas de avancarga en armas acústicas y de salvas, esta se podrá realizar por su propietario en las condiciones de los apartados anteriores.»

En este artículo si que define mejor el tipo de arma, que es la de tipo 2 Armas acústicas y de salvas. Pero como he nombrado antes, la ITC26 de las fiestas de Moros y Cristianos no les afecta, ya que el punto 3 determina para su uso concreto en una recreación histórica, filmación, arte escénica o espectáculo público y no especifica en manifestaciones festivas como son los Moros y Cristianos.

Artículo 153.
En recreaciones históricas, espectáculos públicos, filmaciones y otras artes escénicas solo se podrán utilizar armas de alarma y señales, armas acústicas y de salvas y armas inutilizadas, así como las armas de coleccionista a que se refiere el artículo 107 con pólvora sin proyectil que posean los punzonados o certificados correspondientes del banco oficial de pruebas.»

Más de lo mismo, no nombra las manifestaciones festivas que están especificadas en la ITC26 y NO HA SIDO MODIFICADA.


Una lástima que no aparezca nada al respecto en RRSS de la UNDEF, luego nos lamentaremos.
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L´uniforme dels Suavos. PFB 2001.

 El uniforme de los Zuavos.

 
Piquete Filà Tercio de Zuavos 2000
 
Cada Filà tiene sus propias señas de identidad que la diferencian de las otras y es preciasamente el conjunto de estas señas el que da personalidad propia a nuestas fiestas, de Moros y Cristianos. Dos son, entre otros, los rasgos que identifican nuestra Filà de Zuavos: las piezas y el colorido del uniforme y la marcialidad en el desfile del Piquete cada tres de febrero.

El uniforme de la Filà Tercio de Zuavos, fundada en Bocairent en el año 1867, consta de bombachos de color rojo, chaleco y chaqueta corta de color azul con dos cruces en el pecho y una en la espalda rematadas con galón dorado, un pitxerí o jersey gris, una larga y amplia faja blanca y una boina blanca con borla roja. El capitán y el alférez se diferencian por la boina de color rojo y borla dorada. Completa el uniforme una manta de color blanco con cenefa azul y cuatro borlas, y unas polainas negras sobre calzado de igual color con botones blancos en la parte exterior, hoy sustituidas oír unas botas de caña alta y falsa abotonadura. El uniforme de las mujeres se diferencia por la sustitución del bombacho por una falda y una boina que es de color rojo con borla blanca.

Zuavo 1895

Pero, ¿cual es el origen del uniforme de nuestra Filà que no tiene nada que ver con las fiestas de moros y cristianos?, ¿Y esa marcialidad en los desfiles?.

Les Zouzous

Su origen es evidentemente militar. En su época los batallones de zuavos fueron más conocidos que la legión extranjera francesa, reverenciados por sus compatriotas por su dureza, valentía, ferocidad temeraria y héroes de muchas batallas encarnizadas envueltos en una areola legendaria. Su origen puede ser de los Zouauas, una tribu de gran ferocidad que habitaban en los rocosas colinas de Marruecos y Argelia. En 1830 los zouaua ofrecieron sus servicios al ejercito colonial francés, y ese mismo año se organizaron dos batallones de tropas auxiliares comandadas por el General Le Moriciere. A raíz de la conquista de Argelia por Francia se incorporaron como tropas mercenarias, y progresivamente fue desapareciendo el elemento indígena de estas tropas y empezaron a ser franceses, pero conservando la vistosa vestimenta tradicional del Norte de África: Una chaqueta corta sin cuello, un chaleco sin mangas; voluminosos pantalones; faja de lana de 12 pies de largo, polainas de lona blanca y el fez rematado con una borla y turbante. Llegando a convertirse en un cuerpo de voluntarios franceses.

Zuavo francés en Tunez 1860 Guardia Imperial

En 1852 el presidente Louis Napoleón, que poco después sería el Emperador Napoleón III, ordenó la reestructuración de los zuavos en tres batallones dentro del ejercito regular francés, formada por la totalidad de franceses, y en 1855 el Emperador creó un cuarto batallón de zuavos con los mejores soldados de los otros tres, asignándolos a su Guardia Imperial. Cada unidad de zuavos se distinguía por el color del “falso bolsillo” sobre la guerrera azul. Los zuavos de la Guardia Imperial utilizaron los adornos amarillos.

Los zuavos franceses confirmaron su reputación de luchadores en la guerra de Crimea de 1854-55 o en el prolongado y costoso asedio de la ciudad fortaleza de Sebastopol (1855), donde estos guerreros  de vistosos colores ganaron su inmortal renombre.

El año 1855 el joven capitán del ejercito de los E.E.U.U. George McClellan, observó a estos exóticos y coloristas luchadores y no paso mucho tiempo sin que unidades de milicia americanas empezaran a adoptar los holgados pantalones, chaqueta adornada con los galones y fez con borla de estos famosos guerreros galos.

Más tarde en 1859 los zuavos jugaron un brioso papel para Francia y el Piamonte en la guerra mantenida con Austria por el control del Norte de Italia. En la sanguinaria batalla de Magenta del 4 de junio, los zuavos de la Guardia Imperial ganaron 10 cruces de la Legión de Honor y 50 Medallas Militares. Entre los recompensados de estas últimas estuvo Madame Rossini, la mujer encargada del aprovisionamiento del batallón, o “cantinera”, la primera mujer condecorada con la Medalla Militar.

Zuava cantinera 1867

De 1860 hasta 1867 los zuavos se encargaron de varios servicios, la mayoría de ellos en condiciones muy duras y contra implacables oponentes en África y en México. Mientras America se debatía en su Guerra Civil, Francia pretendía mantener el gobierno mexicano del Emperador Maximiliano que fue derrotado en una batalla por las tropas de Benito Juárez. Combates como el del 5 de mayo de 1862 en Puebla se reafirmo la reputación de los zuavos como unas feroces tropas de choque.

Así mismo, en 1860 con el nombre de los Zuavos Pontificios se organizó un ejercito al servicio de Pío IX para defender los Estados Pontificios. Después de la derrota de la “Puerta Pía de Roma” en 1870 fueron sustituidos por la Guardia Suiza. En este ejercito sirvió el pretendiente carlista Alfonso Carlos de Borbón, que después en las guerras carlistas organizó una guardia personal de zuavos.

Zuavo Carlista 1872

Los batallones de zuavos franceses a lo largo de su historia, pese a sufrir fuertes derrotas, siempre fueron respetados y temidos por sus adversarios. Pero los coloristas zuavos no sobrevivieron a la Primera Guerra Mundial. A lo largo del verano y otoño de 1914 algunos batallones de zuavos perdieron más de 800 hombres en una única carga, formaciones de vistosos colores lanzándose inútilmente sobre la artillería y el fuego de las ametralladoras alemanas A mitad de 1915 los uniformes azul oscuro y rojo de la infantería francesa fueron reemplazados. Las tropas coloniales incluidos los zuavos, fueron equipados con sombríos tonos marrones, mostaza, el camuflaje en vez del color, se convirtió en la regla general de todos los ejércitos del mundo y los coloristas ejércitos de zuavos pasaron a la historia.

Zuavo Pontificio Cap Charette 1861

Es posible que imitando la aureola mítica de la guardia de los Zuavos Pontificios aparecieron un grupo de zuavos en las fiestas patronales de algunos pueblos uno de ellos fue la Filà Terç de Suavos de Bocairent. La similitud del uniforme así nos lo indica y si nos atendemos a las cruces que figuran en nuestro uniforme y la boina que nos cubre, todo apunta a la tradición carlista de sus miembros.

La Filà
 
Publicado en la revista programa de les Festes de Moros i Cristians en Honor a Sant Blai de Bocairent (Valencia) en 2001.

Texto traducido al castellano, el original está escrito en valenciano. Su finalidad es darle mayor difusión para los estudiosos tanto de las fiestas de moros y cristianos, así como de los Zuavos.
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Las variaciones de la Filà Terç de Suavos. PFB 2020.


Desfilando haciendo variaciones el día de la Entrada es una seña característica del alguna filaes de Bocairent, como la de los Espanyoletos, Granaers, la de los Mosqueters i la del Tercio de Zuavos. Estas variaciones son protagonizadas por las escuadras oficiales de cada filà.

El conocimiento de las variaciones se ha transmitido de los festeros más veteranos a los más jóvenes. Somos conscientes de que algunas variaciones se han perdido en la memoria de los tiempos. Muchas han dejado de hacerse porque no se recordaban lo suficiente y algunas otras porque se han realizado en momentos puntuales. Por este motivo hemos elaborado este articulo, por el cual nos hemos documentado hablando con los zuavos y zuavas más experimentados en el tema. Aquí queda publicado para las futuras generaciones.

Según el reglamento de la filà hace falta un mínimo de dieciséis festeros, más el cabo de escuadra, para la escuadra oficial. Por motivos prácticos, en algunos esquemas partiremos de ocho festeros.

Empezamos por las variaciones de la escuadra oficial de hombres, donde habían tres variaciones y que tan solo podemos publicar las dos primeras, ha desaparecido la tercera al no estar documentada. Continuamos con la escuadra oficial de mujeres que, con la ayuda del Tío Quiqueso y el Tío Manolo Reverte, empezaron a hacer las mismas que la de los hombres, i las nuevas variaciones que ellas han creado.

Luis Silvestre Borrego con la colaboración de Leandro Santonja Gisbert, Manuel Calabuig Pascual, Ignacio Silvestre Borrego, Pepa Serrano Molina, Adelaida Santonja Beneyto y Mónica Pascual Serrano.

Llegenda (Leyenda).
- Caporal (Cabo).
- Suavo inmòbil (Zuavo inmóvil). 
- Suavo en moviment (Zuavo en movimiento).

Inici (inicio), formació (formación), procés (proceso), variació (variación), clàssica (clásica), redüida (reducida).

Publicado en la revista programa de les Festes de Moros i Cristians en Honor a Sant Blai de Bocairent (Valencia) en 2020.

Texto traducido al castellano, el original está escrito en valenciano. Su finalidad es darle mayor difusión para los estudiosos tanto de las fiestas de moros y cristianos, así como de los Zuavos.
 
 
Primera variación hombres

 

 

 




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Giramos la escuadra. PFB 2019


Recuerdo aquel viejo maset a tope de gente. La pared del fondo presidida por la imagen de San Blas, dos ventanas pequeñas en la pared que daba suroeste y otra al noroeste. Al maset se accedía por dos sitios , una entrada al lado del cuadro de capitanes y otra más pequeña que daba a la chimenea. A la izquierda de esta segunda había un cuadro con fotografías enganchadas, a la derecha otro. En medio del local un pilar, al rededor, las mesas arregladas de forma que una vez entrabas y te sentabas no había manera de levantarte, o tenías que pedir permiso a los dos lados, a los de atrás o a toda la fila si estabas en la pared.

Así que un vez dentro, tenía que procurar de haber hecho todo lo que de habías de hacer. Encima de mesa, vino, botellas de sifón, vermut, platos con aceitunas y adobado, con cacahuetes, con altramuces y, a veces, con tostón. El sonido de las conversaciones, algún grito que otro de algún hombre mayor pidiendo vino o vermut. Conversaciones calladas, de turnos de fábrica, de telares, de máquinas, de chambits. El maset tenía un olor característica muy especial. El olor del tabaco, del humo que entraba por la puerta de la chimenea se mezclaba con la de las colonias y con la de los masajes de afeitar. Una vez dentro, todo te envolvía de fiesta. Encima de las mesas, bocadillos envueltos con papel de periódico, algunos de revista, algunos otros dentro de una bolsa de plástico qye una vez utilizada tenías que plegarla y guardarla para el próximo bocadillo, para el almuerzo de la fabrica, para la merienda o para la cena del tercio. En la mesa presidencial, al capitán y al alférez le ponían un plato de chuletas asadas a la brasa que salían humeantes de la puerta de la cocina, longanizas, morcillas y entreverat. Los postres eran mayoritariamente una naranja, algunos traían manzana y no había café.

Al final de la cena, el sargento, con el paño siempre colgado del hombro, repartía las botellas de coñac por las mesas (todavía le llamamos, legalmente, coñac al brandi y champan al cava). Llegaban los músicos que solo cabían dentro del maset de pie y tocaban el himno a San Blas, algunos se levantaban para hacerles sitio. El cuerpo empezaba a notar las mariposas dentro del estomago. Los músicos tocaban y el maset enloquecía. Por fin, íbamos a desfilar por la calle. El vino y el vermut ya hervían dentro de los cuerpos. Los cuerpos de unos y de otros, bien empapados, empezamos a tocar en la salida del maset, a empujones, como podíamos. Fuera, los músicos empezaban a tocar El Zuavo y todos en un bloque nos enfilábamos Ravalet arriba hasta la plaza dels Olmets. “¿Llevamos alguna botella de coñac?” pregunta alguien de la escuadra. “No, nos las darán en els Olmets”, siempre había alguien que lo preguntaba. Y así era, llegando a la plaza del Olmets, donde no había ningún coche, músicos y festeros le daban la vuelta a la plaza delante del edificio del bar de Los Leones, ahora ya derribado y sustituido por un edificio moderno y las oficinas del Banco de Madrid, empezaban a formar las escuadras y nos repartían las botellas de coñac, anís, sidra o Pinord. Si, algún año nos dieron Pinord, eso era una novedad, aquel vino blanco de aguja parecido al champan, de la familia Tetas que juntaban las letras pi y nord, ya que la primera marca era Pi del Nord, había creado un vino que se bebía muy bien y dejaba un sabor de boca. El problema era que no controlábamos la cantidad.Ya habíamos bebido tinto en el maset y ahora venían los licores.

Cada desfile era una sorpresa. Habíamos estado todo un año esperando que llegará la noche del ciri para salir a desfilar. Habíamos estado toda la semana comentandolo con los compañeros en la fabrica y cuando salíamos a pasear lo comentábamos con los amigos. Empezaba a tocar la música un pasodoble y poco a poco las escuadras iban marchando. En los laterales habían muchos grupos de gente mirando el desfile. Si el cabo conocía algunos de los grupos, estaba la novia, la mujer, las amigas, los familiares o sencillamente, cualquier de los miembros de la escuadra o él mismo, decidían girar la escuadra, se iniciaba un movimiento de la fila para ponerse cara a cara con el grupo de personas que empezaba a aplaudir. Después, con el movimiento contrario y caminando hacia atrás, la escuadra volvía a su lugar. Así. así, se iba desfilando por las calles y las botellas que nos habían dado disimuladas con la manta.

Cuando se acaba la pieza que estaban tocado, la música paraba y al grito de: “¡A beure, a beure, a beure, beure, beure, beure!” ( A beber, a beber, a beber, beber, beber, beber), aparecían las botellas de debajo de las mantas y nos poníamos a beber hasta que el bombo volvía a empezar, una vez los músicos habían cambiado los papeles de la pieza elegida. Ese era el ritual de los desfiles de los años 70, cuando empezó en la etapa de nuestra adolescencia a sentirnos hombres de la fiesta y nos iniciábamos en una fiesta, todavía reservada a los hombres que también te enseñaba a beber. Una vez se había hecho todo el recorrido, llegábamos a la plaza del Ayuntamiento. En aquella época no había nadie allí dentro. Las últimas personas que presenciaban el desfile se situaban en el arco de entrada a la plaza. Solo la noche de Caixes, a medida que iban llegando las diferentes filaes empezaba a llenarse la plaza. Una vez acabado el desfile, acompañados de la música, la filà se iba al casino que estaba en aquella época en el Ravalet, donde esta hoy la Peña Valencianista o entraba directamente en Casa Chimo en la plaza. Allí había quien tomaba café y la música empezaba a tocar más pasodobles y otras piezas festivas. Ahora si, todos los festeros íbamos ya desbocados, sin orden ni concierto, unos hacia aquí, los otros hacia allá. El alcohol de los licores o del Pinord ya recorría todas la venas del cuerpo y llegaba a la cabeza, de manera que ya había quien no sabia lo que hacia.

En el año 1975, la filà compró ocho cajas (cada caja tenía doce botellas) de Pinord blanco, por un valor de 5.952 pesetas (37,77€), seis cajas de sidra El Gaitero, 1980 pesetas, una caja de coñac Esplendido, 1056 pesetas, una de Veterano, 1140 pesetas, cuatro botellas de anís Marie Brizard, 496 pesetas, cuatro de anís El Mono, 468 pesetas, cuatro de anís la Asturiana, 464 pesetas, y dos de ginebra Atila, 166 pesetas. Un total de 11.722 pesetas por diecisiete cajas que venía de Chirivella en el ordinario de Transportes Pascual, el viernes 24 de enero, dos días antes del ciri de la filà que aquel año era domingo por la noche, todo eso por mediación de Augusto Beneyto que se descontaba 234 pesetas de su comisión.

En el año 1976, la filà también se desfiló la noche de San Antonio, la noche del cirio caía lunes, la Unión Musical de Bocairent cobró 9.000 pesetas por amenizar el desfile del sábado. Recuerdo que algunas veces a la hora de desfilar, el sargento contaba los que íbamos desfilando y nos cobraba a medida que íbamos avanzando. Unos veinte duros, o se 100 pesetas. Eso quiere decir que si éramos un centenar desfilando se podían recoger esas nueve mil pesetas que no tenían que salir del dinero de la fiesta y todavía sobraba un poco para licores. Cinco años más tarde, en el año 1981, la filà también salió a desfilar la noche de San Antonio. Volvía a caer el cirio el lunes, la música costó 25.000 pesetas, más del doble de lo que había costado cinco años antes. Supongo que contratarían más músicos. Pero eso no es nada, en el año anterior, el 1980, el cirio era sábado y la música costó 42.000 pesetas, la filà la había contratado para una hora más, tampoco sabemos cuantos músicos fueron contratados.

También se pagaban los cafés, en el año 1976, la noche del cirio se pagaron 1.620 pesetas por 90 cafés, dos botellas de coñac, dos de anís y 20 de Choleck, servidos en la barra, una caja de Coca Cola, diez botellas de Fanta, dos litros de ginebra y 6 botellas de sidra. Es decir, había para todos, para los niños también. En el año 1979 se pagaron 165 cafés la noche de Cajas en Casa Chimo, doce botellas de coñac, cuatro de anís, una caja de sidra, una caja de Pinord y dos botellas de whisky, un total de 7.575 pesetas. El pago más curioso de aquella época fue el de 1981, el lunes 26 de enero, la noche del ciri de los Zuavos, Casa Chimo cobró 7.200 pesetas sin especificar, pero dice “caballo entra”, por dejar constancia que aquella noche entró un caballo dentro del bar.

En fin, eran años en que nos iniciábamos en la fiesta, mucho de los hombres que nos enseñaron a ser festeros en aquella época hoy ya no están entre nosotros, pero nos instruyeron a su manera y por eso los quiero recordar y homenajear. Algunas noches de aquellos ciris, de noches de San Antonio o de Caixes, había alguien que iba a la música antes que se fueran a casa y les daba algunos billetes de mil pesetas, y así tocaban un poco mas para nosotros en el casino, en Casa Chimo o en el Bar Solbes. Unos años más tarde eran tanto los festeros que las ordenanzas no nos permitan girar la escuadra. Hoy querría girar la escuadra a todos aquellos que nos introdujeron en la fiesta.

¿Girem l´escuadra? !Vinga va, tots a una! ¡Girem l´escuadra!

Vicent Satorres Calabuig


Publicado en la revista programa de les Festes de Moros i Cristians en Honor a Sant Blai de Bocairent (Valencia) en 2019



Texto traducido al castellano, el original está escrito en valenciano. Su finalidad es darle mayor difusión para los estudiosos tanto de las fiestas de moros y cristianos, así como de los Zuavos.
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